Del acuerdo de 2007 sólo se han cumplido los aspectos que suponían recortes de derechos, mientras que no se han cumplido los compromisos de mantenimiento del empleo ni la adjudicación de nuevos modelos

Ante la reciente distribución de un comunicado de prensa por parte de UGT-Ford, en el que vaticinan nuevas inversiones y crecimiento del empleo en la fábrica de Almussafes… ¡para finales de 2012!, desde la sección sindical de CGT queremos aportar algunos datos que inducen a dudar de las habituales promesas –tanto de la propia Ford como de su sindicato favorito- sobre un futuro, más o menos lejano, que antes de ser alcanzado en el calendario es nuevamente aplazado para tiempos posteriores.

Así, con promesas que nunca se cumplen, llevamos más
de 35 años en Ford España; y parece que la cosa va a seguir igual.


Así, con promesas que nunca se cumplen, llevamos más
de 35 años en Ford España; y parece que la cosa va a seguir igual.

Centrándonos en el
contenido de la mencionada nota, vemos que se sigue insistiendo en
que todo lo bueno que pueda ocurrir será así gracias al acuerdo
UGT-Ford Europa (27 de agosto de 2007), sin embargo la realidad es
que en aquel pacto se decía que el compromiso era mantener el empleo
de aquel momento (7.600 empleados), fabricar 350.000 vehículos
anuales y adjudicar a Valencia dos nuevos modelos del segmento C para
compensar la pérdida de producción de modelos como el Ka, el Fiesta
o próximamente del Focus, que en los últimos cuatro años han
dejado de fabricarse, total o parcialmente, en Almussafes.

Sobre el incumplimiento
del acuerdo Pino-Fleming en materia de empleo no hay dato más
esclarecedor que revisar la evolución de la plantilla en los últimos
cuatro años. En efecto, el censo utilizado para las elecciones
sindicales de 2007 (unos meses antes de la firma de Colonia)
reconocía una plantilla de 7.194 trabajadores; en las últimas
elecciones sindicales (febrero de 2011) ese censo había caído
hasta los 6.220 empleados. Casi un millar de puestos de trabajo
eliminados durante la vigencia del «generoso» acuerdo.

En estos momentos la
preocupación en la factoría no es saber qué va a pasar dentro de
año y medio, sino conocer las verdaderas intenciones de la
multinacional para el segundo semestre de este año, dado que todavía
no se sabe qué producción ni de qué modelos vendrá a Valencia
para cubrir el hueco que deja el Focus. El problema vendrá en agosto
de 2011, no a finales de 2012.

Desde CGT consideramos
que no es buena estrategia (al menos para los trabajadores) jugar a
adivinos sobre lo que ocurrirá en el imprevisible futuro, mientras
no se quieren abordar los problemas del presente. Y entre los
problemas que el Comité de empresa tendría que afrontar ahora
mismo, el más grave y acuciante es el de los ritmos de trabajo,
fuente de la mayoría de lesiones y enfermedades profesionales de los
operarios de las cadenas de montaje.

Nuestro sindicato viene
insistiendo en denunciar que esos ritmos, ya de por sí excesivos, se
incrementan por los mandos sin ningún control sindical y sin que se
reflejen en los estudios de tiempos. Es muy habitual que se eliminen
puestos en una zona determinada y las tareas del trabajador suprimido
se repartan entre los compañeros restantes. Con eso y con darle más
velocidad a la cadena o poner objeciones para que los trabajadores
vayan a los lavabos para realizar su necesidades fisiológicas cuando
su organismo se lo pide, se está consiguiendo que la situación de
los trabajadores sea cada vez más delicada y su salud esté mucho
más amenazada. De eso es de lo que debe ocuparse el Comité, y
especialmente el sindicato que lo controla, en lugar de jugar a
dirigir la empresa.

Gabinete de Prensa CGT-PV
-Valencia, 15 de abril 2011


Fuente: CGT-PV