CNT. LA FORÇA OBRERA DE CATALUNYA.

Ferran Aisa; Editorial Base,Barcelona, ​​2013. 336 páginas, 20 euros.

PRESENTACIÓN

"Esta ciudad (Barcelona) la Hemos Hecho los Trabajadores, la burguesía nos la ha arrebatado, pero un día la conquistaremos y será nuestra".

VICTOR SERGE, El nacimiento de Nuestra Fuerza

 

El otoño de 1910 se fundó la Confederación Nacional del Trabajo en el Congreso de la Federación Solidaridad Obrera de Cataluña, celebrado en el Palacio de las Bellas Artes de Barcelona. La CNT se convirtió muy pronto en la gran organización sindical del proletariado ibérico, pero sobre todo los obreros de la industria catalana. En España compartió hegemonía con la UGT, con la que colaboró ​​en acciones puntuales de lucha sindical.

El otoño de 1910 se fundó la Confederación Nacional del Trabajo en el Congreso de la Federación Solidaridad Obrera de Cataluña, celebrado en el Palacio de las Bellas Artes de Barcelona. La CNT se convirtió muy pronto en la gran organización sindical del proletariado ibérico, pero sobre todo los obreros de la industria catalana. En España compartió hegemonía con la UGT, con la que colaboró ​​en acciones puntuales de lucha sindical.

La fuerza obrera de la CNT en Cataluña y en otros lugares de la Península Ibérica se basaba sobre todo en la defensa tenaz de los militantes de los sindicatos de la problemática real de los trabajadores. Y este acercamiento se hacía sin falsas purezas ideológicas, sino a través de la solidaridad mutua de clase y en busca de la emancipación humana. Cien años más tarde la CNT todavía existe, pero su presencia activa en el mundo laboral y en la sociedad ha disminuido considerablemente.

Conocer la historia del movimiento obrero catalán e ibérico es fundamental, tanto para aprender de sus hazañas como de sus derrotas. El trabajo que ahora presento, CNT, la fuerza obrera de Cataluña, es el resultado de años de investigación y de asimilar la historia del movimiento anarcosindicalista. Se trata, en definitiva, de la continuación de otros trabajos anteriores ya publicados como La cultura anarquista en Cataluña (Ediciones de 1984, 2006) y La Internacional, el nacimiento de la cultura obrera (Editorial Base, 2007).

Este estudio es una crónica de unos hechos que impregnan de obrerismo la historia de Cataluña y de España, principalmente durante el primer tercio del siglo XX. El ensayo es una síntesis de la epopeya de una organización obrera única en el mundo, que mantuvo su fuerza hasta el año 1939. Creo que ya es hora de reconocer la magnitud y el peso de la CNT en la historia de nuestro país, demasiadas veces olvidada o vilipendiada en casa, mientras que ha sido honrada por los historiadores hispanistas que han visto en la historia de la CNT y en su obra constructiva un ejemplo genuino sin comparación con ninguna otra organización obrera del mundo.

Si el siglo XX conoció la gesta de la revolución soviética bajo la égida del marxismo-leninismo, la otra gran revolución fue la libertaria que lideró la Confederación Nacional del Trabajo. Ambas fracasadas por causas diferentes, la primera porque la revolución devoró la misma revolución, y la segunda por los propios errores y por las trabas puestas por el estalinismo primero y por el fascismo después.

La CNT que seguía (y sigue) los principios de la Internacional: «Ni Dios ni amo» o «La emancipación debe ser obra de los trabajadores mismos o no será» luchaba (y lucha) para establecer un mundo libre y autogestionario. Y los militantes cenetistas que aspiraban a cambiar el mundo eran, como dijo Luis Andrés Edo, peones ilustrados, ya que la CNT, más que una organización sindical, era una escuela de militantes y una forma de vida.

El anarquismo organizado primero tuvo cuidado de enseñar a leer a los obreros y luego los ilustró, y así nació el proletario consciente. Sus militantes han sido maltratados por la historiografía dominante y calificados de «huelguistas-salvajes», «pistoleros», «ignorantes», «comecuras», «faísta», etc. También es curioso que, como dice Joan Manent, cuando eran detenidos y llevados a comisaria los años veinte, el insulto preferido de los policías españoles a los sindicalistas era llamarlos «perros catalanes» y durante la República, con la policía en manos de la Generalitat, pasaron a ser denominados despectivamente «murcianos de la Torrassa» o «chusma».

CNT, la fuerza obrera de Cataluña nace de un concepto extraído de la novela proletaria de Víctor Serge El nacimiento de nuestra fuerza, donde se explica la aparición del movimiento anarcosindicalista en la ciudad de Barcelona en 1917. La CNT se consolidó como la gran fuerza obrera, y logró convertirse en el faro del proletariado ibérico del primer tercio del siglo XX y un mito para el movimiento revolucionario antiautoritario mundial. El ensayo narra la epopeya de la CNT, que no sólo reivindicaba mejoras laborales o sociales, sino que llevaba en su seno una filosofía humana que era el germen de una revolución para lograr una nueva sociedad organizada a través del comunismo libertario. La CNT promovió la idea utópica que desarrolló durante el tiempo de la revolución 1936-1937.

El estudio se detiene en 1939 con la derrota republicana en la Guerra Civil y con la gran diáspora que protagonizaron cerca de medio millón de personas. Entre la emigración más numerosa había miles de cenetistas que huían de la dura represión que aplicaron los vencedores a los vencidos. La historia siguiente protagonizada por libertarios merece un estudio aparte que trate con cuidado la lucha anarcosindicalista en los tiempos difíciles del exilio, de la clandestinidad, de los maquis y de la guerrilla urbana. Así como los movimientos libertarios aparecidos en los años sesenta y representantes, la posterior reconstrucción confederal, la represión, la escisión, la decadencia hasta la situación actual con la pervivencia cenetista, la CGT y la aparición de nuevos movimientos sociales y antiautoritarios. Realmente esto ya es otra historia que todavía queda por hacer.

¡Salud!

Ferran Aisa-Pàmpols

http://www.vaixellblanc.blogspot.com.es/2013/02/cnt-forca-obrera-catalunya.html

http://www.cgtcatalunya.cat/spip.php?article8669


Fuente: Ferran Aisa-Pàmpols