Rachid Lockia, el obrero marroquí de 39 años que resultó herido crítico el pasado 8 de noviembre al sufrir un accidente en las obras de la M-30 junto a otros cuatro compañeros, murió el viernes pasado en el hospital Clínico, según explicó ayer Carmelo Plaza, secretario de Salud Laboral de CC OO. Su cadáver ha sido repatriado a Marruecos.
El pasado 8 de noviembre una estructura de ferralla dentro del túnel que soterrará la M-30 a la altura del puente de Segovia se derrumbó encima de un grupo de cinco obreros. Cuatro de ellos resultaron heridos. La peor parte se la llevó Rachid Lockia, que sufrió un fuerte golpe en la cabeza y asfixia por aplastamiento.
Esta muerte eleva a seis el número de trabajadores muertos en las obras de la M-30 desde que comenzó la gran reforma, en septiembre de 2004. La comisión consultiva del convenio de Seguridad Laboral, en la que están representados el Ayuntamiento de Madrid, sindicatos y patronal tiene previsto reunirse mañana jueves para hablar precisamente de los accidentes laborales que se registran en la M-30. Víctor García, del sindicato CC OO, denunció que «es la primera vez en dos años que nos convocan para hablar de los accidentes laborales. No vamos a permitir que se pongan en peligro a los trabajadores cada cuatro años para que los políticos inauguren obras». «En la reforma de la M-30 se incumple la Ley de Riesgos Laborales y el propio convenio de la construcción porque los obreros contratados [7.000 en toda la obra] sobrepasan sus horarios», agregó Marisa Rufino, de UGT.
Los sindicatos cifran en 136 el número de obreros muertos en accidente laboral en la región en lo que llevamos de año. UGT ha puesto en marcha esta semana una campaña de sensibilización entre los trabajadores «para fomentar la prevención de los riesgos laborales». El sindicato repartirá en las estaciones de Avenida de América, Atocha, Barajas, Príncipe Pío y Nuevos Ministerios 10.000 manuales y 50.000 trípticos informativos. «El 30% de los empresarios madrileños no tienen un plan de prevención», concluyeron en UGT.
Una consultora avisó de fallos de seguridad e instó a mejorar las condiciones de trabajo
La oposición achaca los accidentes a las prisas, y el PP replica que los controles son máximos
S. H. / J. S. G.
La consultora Currie & Brown -entidad contratada por los bancos que prestaron el dinero para financiar la reforma de la M-30- advierte en su último informe (con datos de mayo a julio de este año) de que «las estadísticas reflejan respecto al trimestre anterior un incremento en el número de accidentes en toda la obra». Sindicatos y grupos de oposición atribuyen ese incremento a las prisas del Ayuntamiento ; el gobierno municipal replica que las obras cuentan con las «máximas medidas de seguridad». PSOE e IU reclamaron ayer «inspecciones inmediatas en todas las obras de Madrid».
Las conclusiones de la consultora se basan en los datos del Centro de Seguridad y Control de Obras e Infraestructuras Municipales (Secoim) sobre las incidencias ocurridas en la obra de la M-30 entre mayo y julio. El Secoim es el órgano municipal que vigila la seguridad en las obras de Madrid. Además, técnicos de la consultora visitaron la M-30 durante el pasado agosto.
El informe advierte a la sociedad semipública Madrid Calle 30 de que «los esfuerzos por terminar las obras a tiempo ha provocado la aparición de nuevas subcontratas». Y concluye que, precisamente, «el riesgo de accidente se incrementa cuando crecen las subcontratas».
Los técnicos de la consultora detectaron en sus visita a la obra «algunas infracciones laborales en medidas de salud y seguridad cometidas por algunos trabajadores». Y recomienda a Madrid Calle 30, que gestiona las obras, que ponga «más cuidado en la vigilancia e incremente el nivel de seguridad» en cada uno de los 19 tramos en que se divide la reforma de la M-30.
La consultora revela además que hay dos tramos donde las estadísticas de siniestro laboral son más elevadas. Se trata del by pass sur y el tramo del Marqués de Monistrol con el puente de Segovia, cerca de donde ayer ocurrió el accidente. La consultora recomienda a Madrid Calle 30 que adopte una política de «Accidentes Cero» en el tiempo que resta para finalizar los trabajos.
Según los datos del Secoim, durante los 23 meses de obra los operarios de la M-30 -actualmente, 7.000 personas- han trabajado más de 11 millones de horas. Se han producido cinco muertes, 13 accidentes in itinere (durante el desplazamiento al trabajo) y 598 accidentes dentro del tajo. El índice de incidencia (que el informe calcula con el número de accidentes ocurridos por cada 100.000 trabajadores) se ha duplicado entre el verano de 2005 y el de este año.
Desde el Ayuntamiento, Manuel Arnáiz, director general de Infraestructuras, replica que desde que empezaron las obras de la M-30, en septiembre de 2004, y hasta agosto de este año ha habido «89,9 accidentes laborales con baja por cada mil trabajadores». La media de la región, en el año 2005, fue de 115 accidentes por cada 1.000 empleados.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que visitó el lugar del accidente, afirmó que las obras de la M-30 cuentan con «las máximas medidas de seguridad». Los partidos de la oposición (PSOE e IU) achacaron el incremento de accidentes a las prisas para acabar el proyecto. El portavoz socialista, Oscar Iglesias, exigió que un equipo de la Policía Municipal «inspeccione de manera urgente» todas las obras y «especialmente las de la M-30». «Debe garantizarse la seguridad, la legalidad y las normas de prevención de riesgos en el trabajo por encima de cualquier interés electoral o empresarial», exigió. La portavoz de IU, Inés Sabanés, recordó que el informe de Currie&Brown refleja los peligros del proyecto : «Van en una doble dirección. Por un lado, afectan a los trabajadores que la realizan y, por otro, a los potenciales usuarios una vez que esté terminada». Sabanés reclamó al alcalde que «deje de presumir tanto de que va a cumplir los plazos de la obra y se dedique a garantizar la seguridad de los trabajadores». Tanto PSOE como IU han pedido una investigación del accidente de ayer. Ruiz-Gallardón anunció que el Ayuntamiento ha abierto un expediente para aclarar las causas.
¿Una comisión fantasma ?
Hace apenas tres años, antes del comienzo de las obras de soterramiento del cinturón urbano de Madrid, la M-30, el Ayuntamiento creó una comisión de seguimiento y vigilancia de las obras. El objetivo era prevenir la siniestralidad laboral y velar por el cumplimiento de la legislación en materia de seguridad. La comisión de vigilancia está formada por sindicatos, empresarios y representantes municipales.
La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez (PP), aseguró a principios del pasado mes de octubre en un pleno municipal que la comisión ha realizado, desde su constitución, 32 visitas de inspección a las obras de remodelación de la M-30. La concejal rechazó entonces que la comisión estuviera inactiva, como denunciaba la oposición.
Daniel Barragán, técnico de salud laboral del sindicato CC OO, afirmó ayer que la comisión ha realizado visitas a las obras. «Pero en muchas de las visitas no han acudido los representantes del Ayuntamiento», dijo.
«Además», añadió Barragán, «la comisión no se ha reunido ni una sola vez para sacar conclusiones o estudiar los resultados de las visitas».
El técnico de CC OO explicó que estas comisiones «son muy útiles si se toman en serio, porque se extraen resultados importantes para prevenir la siniestralidad laboral».
Fuente: SUSANA HIDALGO/EL PAIS