Los muertos en el tajo en lo que va de año en la región ascienden a 87
El almacén de la empresa Sogei, situada en el polígono Finanzauto de Arganda del Rey (47.400 habitantes) era ayer un búnker. Tan sólo una pequeña puerta frontal se abría de cuando en cuando para dejar salir o entrar a alguien. En el interior, alrededor de una treintena de personas : guardias civiles, miembros de la inspección de trabajo y cerca de una docena de empleados del almacén. Dentro permaneció toda la mañana el cuerpo de Enrique Martínez Prieto, de 54 años, trabajador de Sogei, que murió aplastado bajo una montonera de tubos de hierro.
Los muertos en el tajo en lo que va de año en la región ascienden a 87

El almacén de la empresa Sogei, situada en el polígono Finanzauto de Arganda del Rey (47.400 habitantes) era ayer un búnker. Tan sólo una pequeña puerta frontal se abría de cuando en cuando para dejar salir o entrar a alguien. En el interior, alrededor de una treintena de personas : guardias civiles, miembros de la inspección de trabajo y cerca de una docena de empleados del almacén. Dentro permaneció toda la mañana el cuerpo de Enrique Martínez Prieto, de 54 años, trabajador de Sogei, que murió aplastado bajo una montonera de tubos de hierro.

Nadie quería ayer hablar sobre lo sucedido. Ni la empresa, que simplemente se limitó a confirmar la muerte de su empleado y declinó dar explicaciones acerca de las circunstancias que rodearon al accidente. Ni los compañeros de la víctima, que, uno a uno, fueron abandonando el almacén dejando a su paso sólo unos pocos monosílabos.

«No he visto nada. Me llamaron para contármelo y he venido a ver qué pasó», explicaba a mediodía Antonio, que pasa los 60 años, sin siquiera bajarse de su furgoneta blanca. Sólo se detuvo para explicar a través de la ventanilla de su vehículo que Quique, como se conocía al trabajador, «era un tío tranquilo, que ni mucho menos trabajaba a lo loco».

El accidente se produjo a las 11.30. Enrique se encontraba en uno de los estrechos pasillos del almacén junto a una pila de tubos de hierro de unos seis metros de largo y apenas dos o tres centímetros de grosor. Manipulaba un puente de grúa para transportar grandes palés de hierros. Sin embargo, uno de esos palés golpeó a otro y provocó un efecto dominó que acabó con un montón de tubos cayendo encima del trabajador. Según un portavoz de Emergencias 112, la muerte se produjo prácticamente en el acto por aplastamiento.

«Para empezar, el desmoronamiento de los tubos ya denota de por sí que hubo un mal apilamiento, pero no puede establecerse claramente si existe algún tipo de incumplimiento en materia de seguridad», insistió ayer a las puertas de la empresa Sogei el portavoz de UGT en materia de Salud Laboral, Emilio González. Ni él ni los representantes de CC OO tuvieron permiso ayer para acceder a las instalaciones de la empresa con el fin de inspeccionar el lugar del siniestro.

«Tanto la empresa como los trabajadores han sido poco clarificadores. Además, la actuación de los bomberos, que han sacado al trabajador de la montonera de hierros, ha modificado el escenario. Es muy difícil saber realmente lo que ha sucedido», indicó Carmelo Plaza de CC OO.

Los sindicatos indicaron que, por la posición en la que se encontró el cadáver de Enrique Martínez, sepultado por los tubos de hierro y boca abajo, la hipótesis más probable es que éste se encontrase «encaramado a cierta altura», de la que habría caído al suelo tras golpearse con los palés de hierro. La Guardia Civil no confirma este extremo.

Tanto UGT como CC OO señalaron que pondrán lo sucedido en conocimiento de la Fiscalía de Madrid. «Tenemos que seguir exigiendo que se depure cualquier posible responsabilidad de las empresas en los accidentes. Y más como éste, con resultado de muerte», continuó Plaza.

El fallecido, de 54 años de edad, reside en la localidad de Rivas Vaciamadrid, que está situada a pocos kilómetros del municipio de Arganda, en el que trabajaba. Era un trabajador de experiencia que mantenía un contrato fijo desde hacía varios años con Sogei, según explicaron varios de sus compañeros.

Martínez es la víctima número 87 en accidentes laborales en la región en lo que va de año. La última víctima mortal en el tajo se produjo el pasado 23 de julio, cuando un trabajador rumano que reparaba la cubierta de un bloque de viviendas de Parla cayó desde una altura de 15 metros.
El doble de víctimas que en 2007

Con la muerte de Martínez Prieto, son ya 87 el número de personas muertas en accidente de trabajo en lo que va de año en la región. Además, es la víctima número 17 en el sector industrial desde el mes de enero. Los siniestros mortales en este sector económico son casi el doble de los que se registraron a estas alturas en el año 2007 (10).


Fuente: JAVIER S. DEL MORAL | EL PAIS