El barrenista Benjamín Pasarón Fernández se convirtió ayer en la primera víctima mortal de la minería asturiana en lo que va de año. El trabajador del pozo Montsacro -de 38 años de edad, casado, sin hijos y natural de Santa Eulalia de Morcín- perdió la vida en torno a las once de la mañana, a consecuencia de las gravísimas heridas que había sufrido una hora y media antes por el impacto de una vagoneta. El accidente se produjo a 580 metros de profundidad, en el pozo primario y la galería octava izquierda de la explotación que Hunosa tiene en Morcín. Según el testimonio de uno de sus compañeros, Miguel Ángel San Martín, Benjamín Pasarón estaba trabajando junto a un ayudante cuando, a raíz de la ruptura del cable de contención, resultó arrollado por una lancha de transporte de material.
Los restos mortales de Pasarón, que llevaba 18 años en la hullera pública, fueron trasladados a la una y cuarto de la tarde al tanatorio Los Arenales, en Oviedo, donde quedó instalada la capilla ardiente. El funeral tendrá lugar a las cinco de esta tarde en la iglesia de Santa Eulalia.
Según fuentes del 112 Asturias, el centro de emergencias de La Morgal recibió un aviso, a las diez menos cuarto de la mañana, alertando de que un trabajador del pozo Montsacro se encontraba inconsciente tras haber recibido un fuerte golpe en la cabeza. De forma inmediata, y después de que la seguridad del pozo sacase al accidentado al exterior, el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) envió al lugar del accidente una uvi móvil con base en Oviedo. Pese a los esfuerzos de los facultativos, Hunosa confirmó el fallecimiento del minero en torno a las once, requiriendo la presencia de la Guardia Civil y de la autoridad judicial, que procedió al levantamiento del cadáver a la una de la tarde.
Numerosos compañeros de Benjamín Pasarón se congregaron en la explotación morciniega nada más tener conocimiento del fatal desenlace. El fallecido era una persona muy conocida, por cuanto llevaba 18 años empleado en Hunosa. El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, que trabajó durante muchos años en el pozo Montsacro, aseguró, visiblemente afectado por el suceso, que tanto el fallecido como su familia son muy conocidos y apreciados en el concejo.
La última víctima mortal por accidente en la empresa estatal Hunosa se había producido en octubre de 2007, en el langreano pozo Candín. Óscar Luis Velasco fallecía a primera hora de la mañana del día 17 por inhalación de gas metano. Sólo unas jornadas antes de este suceso moría en León, en una explotación propiedad del empresario Victorino Alonso, el minero lavianés Juan Carlos Díaz Pérez, a causa de un infarto. También sin relación con la actividad laboral, otros dos empleados de Hunosa fallecieron el pasado año en el pozo Nicolasa de Mieres.
Fuente: www.lne.es
