En 1978 comienza la historia del hotel Bauen (construir en alemán) al celebrarse el Mundial de Fútbol en Argentina. 32 años después, 150 trabajadores en cooperativa autogestionan este negocio con las siglas B.A.U.E.N : Buenos Aires Una Empresa Nacional.

En 1978 comienza la historia del hotel Bauen (construir en alemán) al celebrarse el Mundial de Fútbol en Argentina. 32 años después, 150 trabajadores en cooperativa autogestionan este negocio con las siglas B.A.U.E.N : Buenos Aires Una Empresa Nacional.

Por Sagrario Zabaleta en noticiasdenavarra.com

FOTO : El economista argentino Fabián Pierucci, en la sede del sindicato CGT en Pamplona. (Foto : oskar montero)


En 1978, en plena dictadura militar argentina, el país acogía el Mundial de Fútbol. Para la ocasión, entre las infraestructuras a construir se proyectó un hotel en el centro de poder de Buenos Aires para hospedar a las delegaciones de las diferentes selecciones. El complejo, un emblema de la burguesía de aquella época y llamado Bauen (palabra germana que significa construir), se edificó con un crédito del Estado, que a día de hoy todavía no se ha pagado.

«Al mismo tiempo que se celebraban los goles de Argentina en la cancha de River, a pocas cuadras se torturaba a ciudadanos. Este hotel está manchado con sangre de muchos compañeros», remarca el economista argentino Fabián Pierucci, natural de Buenos Aires. El Bauen vivió su época dorada en la década de los 80 tanto por el turismo como por la clase política que lo utilizaba para sus eventos. Pero, entró en problemas económicos que terminaron con el cierre del negocio el 28 de diciembre de 2001, con el despido masivo de sus empleados -en ese momento quedaban 50, aunque llegaron a sumar 200-, en pleno corralito. El país estaba en una profunda crisis donde miles de empresas cerraban y miles de trabajadores se quedaban sin empleo.

En este escenario, un año después del cierre del Bauen, un grupo de empleados del hotel se reunió en la cooperativa imprenta Chilavert donde acordaron ocupar el que había sido su lugar de trabajo. Decidieron seguir los mismos pasos de otros compatriotas, hacerse cargo del negocio que había abandonado el patrón, pero desde cero, «sin financiación del Estado ni de los bancos, sino con los préstamos de familiares y amigos y la solidaridad de otras cooperativas -por ejemplo la antigua Zanón (ahora llamada Fasinpat) aportó cerámica para la remodelación de algunos espacios-, y con el dinero adelantado de clientes», cuenta Pierucci, de 46 años.

LA CONSTITUCIÓN DE LA COOPERATIVA : Siete años de trayectoria

Los trabajadores constituyeron una cooperativa con el mismo nombre que hasta entonces se conocía el hotel, pero transformando la palabra en siglas, de las minúsculas se pasó a las mayúsculas, y el negocio se empezó a denominar Buenos Aires Una Empresa Nacional (B.A.U.E.N) desde hace siete años.

Este economista, muy involucrado en el proyecto, recuerda que en «los comienzos fue importante el dinero que adelantó la embajada de Venezuela ante la gira de conciertos de un grupo de música juvenil en Buenos Aires, que quería hospedarse en el hotel». Poco a poco se recuperó la actividad, y ahora 150 trabajadores cooperativistas autogestionan el B.A.U.E.N, un edificio de 20 pisos, con 200 habitaciones, siete salones de usos múltiples, un café-bar y un teatro -este último reabierto en 2009-.

A pesar de que estas personas han impulsado de nuevo el negocio, la ocupación del edificio no les otorgó que la propiedad recayera en ellos. El 20 de junio de 2007, el juez emitió una orden de desalojo, tras reclamar la titularidad del hotel la firma Mercoteles («los fantasmas de los antiguos accionistas», los califica Pierucci). Los trabajadores apelaron, pero en segunda instancia, otra vez el juez confirmó el fallo anterior. Y de nuevo, B.A.U.E.N apeló en la Corte Suprema. «Por lo que en estos momentos, la titularidad está en el aire, y nosotros seguimos trabajando. Además, al producirse estas sentencias nos hemos movilizado para defender nuestra actividad, y la ciudadanía ha respondido».

Gladis Alegre, una de las cooperativistas, sólo expresa un deseo : «La patronal abandonó la propiedad, ¿por qué no nos dejan trabajar tranquilos ?». Su testimonio se escucha en un documento realizado por el Grupo Alavío, en el que también colabora Fabián Pierucci. Así, la historia de esta empresa recuperada por sus trabajadores se puede ver en agoratv.org, un canal en Internet que recoge éste y otras 50 experiencias semejantes de empresas ocupadas.

ORGANIZADOS : 70 cooperativas en FACTA

A su vez, B.A.U.E.N y 69 cooperativas más forman parte de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), constituida hace cuatro años. «Desde la Federación difundimos y promovemos el consumo de los productos de nuestras cooperativas ; además de que reivindicamos modificaciones normativas, como la de la ley sobre quiebra, en la que estamos luchando para que la autogestión sea la primera opción a aplicar cuando un negocio fracasa», explica.

Este economista, muy activo en las acciones de FACTA y del Grupo Alavío, y enfundado con una camiseta promocional del B.A.U.E.N -muestra de su fidelidad al proyecto-, visitó Pamplona el pasado martes, dentro de una gira, invitado por CGT, que le está llevando por diferentes comunidades para contar La autogestión en Argentina, experiencias de empresas recuperadas por los trabajadores. Unas conferencias enmarcadas en la celebración del centenario del anarcosindicalismo.

«La autogestión es una forma de organizar el trabajo y la producción antagónica a la organización del trabajo y producción del capitalismo, que tiene como valor fundamental la participación de cada individuo en pie de igualdad a los otros en un ámbito que es la asamblea, donde se toman acuerdos y decisiones en conjunto», recalca.

Para Fabián Pierucci la crisis se convierte en una oportunidad para «revertir el actual estado de las cosas y de impulsar la autogestión, la única opción contra el capitalismo destructor». Para este economista, «el control obrero de los medios de producción permite pensar en un futuro en donde los valores que sustentan las relaciones sociales entre las personas pueden ser distintos a los del capital. Con la autogestión se fomenta la solidaridad y la ayuda mutua y se combate la competencia, el ánimo de lucro, el individualismo, el egoísmo del capitalismo, etc.».

Personas como Fabián y los trabajadores argentinos del movimiento de empresas ocupadas luchan por recuperar los valores enterrados por el capitalismo. Así lo canta uno de los trabajadores del B.A.U.E.N en el documental realizado por el Grupo Alavío : «Somos presente y futuro ; a resistir y ocupar ; el B.A.U.E.N hoy es leyenda ; estamos todos acá, estamos todos acá».