Manifestaciones, mítines, actos culturales, pintas y múltiples acciones de propaganda, información y protesta recorrieron este sábado plazas y calles de México y Europa, exigiendo la libertad de los siete ejidatarios de San Sebastián Bachajón, Chiapas, adherentes de la otra campaña del EZLN que se encuentran presos en el penal de El Amate
Del Zócalo de la ciudad de México a la ciudad de Ocosingo, de Atenas a Madrid y Roma, las protestas se sucedieron. Grupos musicales, de danza, performance y teatro, pintores, grafiteros, colectivos estudiantiles, organizaciones ecologistas, obreras y de colonos.
Sólo en el Distrito Federal hubo acciones en San Jerónimo Lídice, la plaza de las Cibeles y la Escuela Nacional de Antropología e Historia. En el Hemiciclo a Juárez se organizó un «Festivalito mágico, musical, político y cultural». Al demandar la libertad de los campesinos tzeltales «secuestrados» por el gobierno de Juan Sabines, las movilizaciones aludieron a muchas luchas más, como expresaron una decena de colectivos capitalinos :
“En las ciudades, la represión contra los movimientos sociales se encuentra a la orden del día : reordenamientos, grandes proyectos urbanos y habitacionales, con grandes centros comerciales alrededor, basureros, vías rápidas de comunicación, que destruyen la vida comunal y vecinal, dando paso a proyectos que en la bolsa llevan la precariedad de los empleos.
«En el campo, la devastación se anuncia en todas partes : proyectos mineros y extensiones ganaderas, carreteras que surcan propiedades comunales y ejidales para facilitar el traslado de mercancías y el turismo. En Bachajón, Chiapas, apresaron y condenaron a los compañeros, en una ofensiva contrainsurgente para acelerar el despojo de sus territorios».
En Monterrey se movilizaron grupos de Nuevo León y Coahuila. En la plazuela de la Caja, en el centro de Zacatecas, se reunieron centenares de personas, así como en la plaza San Francisco de Morelia, Michoacán. Por la noche se efectuó una «jornada informativa» en la Plaza Grande de la ciudad de Mérida, y algo similar ocurrió frente a la catedral de Colima. En la glorieta de Zapata en Cuernavaca hubo una concentración, y en Tlaxcala y Apizaco, acciones de protesta.
La Red de Medios Libres del DF, junto con Radio Digna de Baja California y el Cipo de Oaxaca transmitieron conjuntamente de las 10 a las 21 horas. Los adherentes del Ejido San Sebastián Bachajón marcharon en Ocosingo, Chiapas, para exigir la libertad de sus compañeros. También se pronunciaron ejidatarios de Mitzitón y Teopisca, y el Núcleo Estudiantil en Resistencia y Rebeldía de San Cristóbal de las Casas, mientras la radio comercial anunciaba el «inicio» de la construcción de la autopista a Palenque.
En el Estado español se efectuó una protesta frente a la embajada mexicana en Madrid, convocada por la Plataforma de Solidaridad con Chiapas, Centro de Documentación sobre Zapatismo, Grupo IRU. Además, la Confederación General del Trabajo (CGT) se concentró allí y en los consulados de México en Sevilla, Valencia y Alicante, y se movilizó en Murcia, Pamplona, Terassa, Zaragoza y Valladolid. En Barcelona lo hicieron los colectivos catalanes, y desde Reus llegó también un pronunciamiento.
En Atenas, Espiral de Solidaridad-Semilla de Resistencia denunció que la aprehensión de los indígenas chiapanecos es para imponer «megaproyectos como la autopista San Cristóbal-Palenque, el despojo y la destrucción de la tierra y de los recursos naturales, la sumisión, el desalojo de las comunidades en resistencia, y acabar con la autonomía zapatista». Recordaron que en Europa también existen «las represalias contra todos los de abajo que nos rebelamos en diciembre de 2008 y seguimos luchando por libertad y dignidad». Hubo al menos tres actos en Atenas, uno en Salónica y otros tres en Creta.
En Italia, la Asociación Ya Basta salió a las calles de Roma para oponerse «a las políticas de los poderosos, en el contexto de una reunión preparatoria del G8», y denunció lo que está pasando a los presos políticos en Chiapas y México.
Otras reuniones y pronunciamientos se sumaron en Münster (Alemania), Carcasona y París (Francia), demandando la libertad de los indígenas encarcelados.
Fuente: Hermann Bellinghausen. Foto : José Antonio López. La Jornada