La especulación del territorio ha sido, y sigue siendo, el mayor problema ecológico que existe y uno de los conflictos sociales más preocupantes. Su eje fundamental es el uso de la propiedad privada como medio para el lucro económico individual por encima de cualquier derecho humano o ecológico.

La especulación del territorio ha sido, y sigue siendo, el mayor problema ecológico que existe y uno de los conflictos sociales más preocupantes. Su eje fundamental es el uso de la propiedad privada como medio para el lucro económico individual por encima de cualquier derecho humano o ecológico.

Este modelo ha sido desarrollado mayoritariamente a través de una apabullante proliferación de urbanizaciones y campos de golf que, contando con el visto bueno de los distintos gobiernos, llevan además asociados un alto volumen de obras públicas y privadas.

Para rentabilizar los proyectos urbanísticos es necesario incrementar y fortalecer la red de infraestructuras de transporte. Por ello, una parte importante de la inversión realizada en la construcción, se dedica al sector no residencial, donde tienen gran relevancia las obras públicas (autopistas, líneas de alta velocidad, puertos, presas y trasvases, equipamientos urbanos, complejos temáticos, etc.). Por otro lado, los nuevos asentamientos requieren mayores aportes hídricos para abastecer las nuevas necesidades. Se justifica así la construcción de nuevos embalses, trasvases, desaladoras, etc.

El 5 de julio de 2009
Versión actualizada del artículo del mismo título de Héctor M. Quijada y Juan Calvente publicado en la revista Nosotr@s nº 1 (Enero 2008)

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Fuente: CGT Murcia