Mientras que la tasa de desempleo se sitúa en un 19,4%, según la EPA,
traduciéndose en CUATRO MILLONES CUATROCIENTOS CINCUENTA Y UN
MIL CUATRO CIENTOS (4.451.400) de parados en este país, en RENFEOperadora
se viene realizando, año tras año, más de UN MILLÓN DE HORAS
EXTRAORDINARIAS, que suponen cerca de 700 puestos de trabajo.
Este binomio es, a la vez que incompresible, absolutamente inaceptable, ya
que RENFE-Operadora es una entidad pública empresarial que pertenece a la
Administración General del Estado al depender directamente del Ministerio de
Fomento.
Más del 50% de estas horas extraordinarias las realiza el Personal de
Conducción, circunstancia al mismo tiempo preocupante pues se trata de
personal directamente relacionado con la seguridad ferroviaria. A pesar de ello, a
la Entidad le salen las cuentas, puesto que los excesos de jornada de este
personal sale más rentable que hacer nuevas contrataciones, ya que en caso
contrario el Ministro, Sr. Blanco, hubiera intervenido como así lo ha hecho con los
controladores de AENA.
Esta política nos indica que en la Administración General del Estado se permite
realizar millones de horas extraordinarias, claro está, siempre y cuando resulte
más barato que contratar nuevo personal. Incluso RENFE-Operadora asume y
prefiere pagar las sanciones administrativas, resueltas por las Inspecciones de
Trabajo por sobrepasar los límites establecidos en el Estatuto de los Trabajadores
de 80 horas al año por trabajador con tal de no contratar personal. Toda una gran
política para favorecer el empleo que tanta falta nos hace.
En este sentido, desde CGT, como primer paso, nos hemos dirigido a la Dirección exigiéndole que contrate más personal
para erradicar de una vez en RENFE-Operadora los excesos de jornada,
aprovechando las convocatorias de la oferta de empleo, debiendo previamente
realizar las convocatorias internas para garantizar la promoción profesional.
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