La ejemplar movilización de los trabajadores y trabajadoras de todos los estamentos del hospital, con el estimulante apoyo del pueblo de Leganés, han abierto la posibilidad de poner coto a los desmanes del PP y de las empresas multinacionales contra la salud de la población, los derechos laborales y sindicales y la democracia.

La ejemplar movilización de los trabajadores y trabajadoras de todos los estamentos del hospital, con el estimulante apoyo del pueblo de Leganés, han abierto la posibilidad de poner coto a los desmanes del PP y de las empresas multinacionales contra la salud de la población, los derechos laborales y sindicales y la democracia.

Con un puñado de denuncias anónimas sobre supuestas sedaciones inadecuadas a enfermos terminales del servicio de urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, destituyó al médico coordinador de dicho servicio, al gerente y al director médico del hospital. Justificó estas medidas extremas con la acusación de “mala praxis médica”y “abuso de poder sobre los enfermos” procedente de “cientos de denuncias”. A través de los medios de comunicación afines al partido Popular, vinculó estos episodios con la práctica encubierta de una eutanasia masiva.

La investigación posterior puso de manifiesto la inexactitud de estas acusaciones. Redujo los tres centenares de denuncias a una docena y mostró que ,en ausencia de un servicio de cuidados paliativos en el hospital, una vez más, la falta de medios materiales se resuelve con la iniciativa de los profesionales que, mas allá de actitudes burocráticas y leguleyas, asumen la responsabilidad de paliar el sufrimiento de la persona que tienen delante.

Esta turbia maniobra del PP contra quienes trabajan en la sanidad pública y por extensión, contra el carácter público de la sanidad, está teniendo la respuesta que merece. Sin embargo, este tipo de agresiones contra la sanidad pública, los derechos y libertades de las personas que prestan sus servicios en ella y contra el derecho a la salud de las personas enfermas y de sus familiares, ocurren todos los días sin que las consecuencias vayan más allá de una protesta local o corporativa que discurre ante la indiferencia, cuando no el disgusto o la hostilidad, de los estamentos no implicados directamente y ,por supuesto, de los pacientes y sus acompañantes.

Esta vez, el extremismo ideológico y la fascinación por la política del actual gobierno de EEUU, ha llevado al consejero de sanidad Lamela (perteneciente, según él mismo al ala más liberal del partido, Dios nos proteja de las menos liberales), a cometer un error de apreciación. El gobierno de Esperanza Aguirre pretendía una operación simultánea de propaganda integrista, legitimación de las concesiones privadas de hospitales y depuración de profesionales no adictos a su régimen político. Pero ha conseguido unificar a la mayoría de la población, sanitaria y no sanitaria, contra sus políticas neoliberales y neofranquistas.

Desde el sector de la limpieza de los hospitales, hacemos nuestra esta movilización en defensa de la sanidad pública y por la dimisión del consejero de sanidad. Las plantillas de limpiezas, privatizadas hace muchos años, somos el laboratorio social del despojo de derechos que imponen las empresas privadas, hoy mayoritariamente multinacionales que, al operar en el sensible espacio hospitalario, se llevan también por delante los derechos humanos de las personas enfermas, las más vulnerables y necesitadas de la protección de toda la sociedad.

En manos de los políticos privatizadores y de las contratas o concesiones privadas, las personas enfermas se convierten en escudos humanos. Quien quiera luchar contra los disolventes efectos de que la defensa de la salud esté gestionada desde el beneficio empresarial, tendrá que hacerlo golpeando el frágil cuerpo de los enfermos y sus atribuladas familias. La connivencia política entre el gobierno del PP de la CAM y las contratas de limpieza como Ferrovial-Eurolimp y Klüh Linaer, entre otras, convierte las tropelías diarias de estas empresas en algo muy difícil de controlar. El corporativismo y la institucionalización del sindicalismo, complementan el cuadro de nuestra impotencia y de su libertinaje.

La ejemplar movilización de los trabajadores y trabajadoras de todos los estamentos del hospital, con el estimulante apoyo del pueblo de Leganés, han abierto la posibilidad de poner coto a los desmanes del PP y de las empresas multinacionales contra la salud de la población, los derechos laborales y sindicales y la democracia.

EN DEFENSA DE LA SANIDAD PUBLICA. POR LA INTEGRACIÓN DE LA LIMPIEZA EN EL IMSALUD
DIMISIÓN DE LAMELA
ACUDE Y CONVOCA A LA MANIFESTACIÓN DE CIBELES A LA CONSEJERIA DE SANIDAD DE LA CAM (Aduana,29)
MARTES 19 DE ABRIL DE 2005 A LAS 19 HORAS

Lunes 18 de abril de 2005

Colectivos de limpiezas de Ramón y Cajal, Clínico, La Paz y Puerta de Hierro.

e-mail:limpiezasramonycajal@nodo50.org
http://www.nodo50.orglimpiezasramonycajal


Par : Colectivo de Limpiezasdel hospital Ramón y Cajal