- Sánchez y Selas, ambos de CGT, durante la rueda de prensa
El conflicto laboral de Seat, que la semana pasada parecía estar en vías de solución tras el acuerdo alcanzado entre la dirección de la compañía y los sindicatos UGT y CC. OO. para reducir los despidos planteados -de 1.346 a 660-, volvió a recrudecerse ayer. Numerosos grupos de trabajadores iniciaron a partir de las siete de la mañana un paro en la planta de Martorell, que afectó sobre todo a los talleres de montaje y de pintura, para protestar contra los términos del expediente de regulación de empleo (ERE) y denunciar que, entre los afectados, se encuentran numerosos sindicalistas de CGT, central que no ha firmado el pacto ofrecido por la empresa automovilística.
- Sánchez y Selas, ambos de CGT, durante la rueda de prensa
El conflicto laboral de Seat, que la semana pasada parecía estar en vías de solución tras el acuerdo alcanzado entre la dirección de la compañía y los sindicatos UGT y CC. OO. para reducir los despidos planteados -de 1.346 a 660-, volvió a recrudecerse ayer. Numerosos grupos de trabajadores iniciaron a partir de las siete de la mañana un paro en la planta de Martorell, que afectó sobre todo a los talleres de montaje y de pintura, para protestar contra los términos del expediente de regulación de empleo (ERE) y denunciar que, entre los afectados, se encuentran numerosos sindicalistas de CGT, central que no ha firmado el pacto ofrecido por la empresa automovilística.
Los paros fueron iniciativa de algunos trabajadores del turno de mañana, después de que el jueves la dirección de la compañía automovilística comunicase los 660 despidos con que finalmente concluyó el ERE, afecta a los talleres 4 y 5 de pintura, y al 8, 9, 10 y 11 de montaje, todos en la fábrica de Martorell.
« Los trabajadores han decidido parar para protestar contra los despidos », aseguró uno de los delegados sindicales de Seat.
Una vez acabado el paro, que continuó ayer por la tarde, los huelguistas se reunieron en asamblea y algunos se dirigieron en manifestación hacia las oficinas de la presidencia de la compañía, donde gritaron consignas contra los principales responsables de la filial española de Volkswagen. Mientras, el personal de seguridad de la empresa protegía el edificio para impedir al paso a los trabajadores.
Antonio Aranda, portavoz de CGT, que se opone radicalmente a los despidos, aseguró que el paro fue « espontáneo » y obra de los propios trabajadores de Seat en colaboración con los sindicalistas cegetistas. Su secretario general del metal, Diego Rejón, explicó que la empresa ya ha entregado todas las cartas de despido a los trabajadores, que « decidieron no ir a llorar a su casa y quedarse en la empresa ».
Rejón calificó además el ERE de « provocación » de la empresa, y expresó su « indignación » por esta « indiscriminada tabla de despidos ».
Asamblea
La nueva secretaria general de CGT en Cataluña, Mercedes Sánchez, una de las afectadas por el ERE, anunció por su parte, que el próximo 3 de enero celebrarán una asamblea con todos los afectados por el expediente de regulación. A su vez, los servicios jurídicos del sindicato estudiarán los despidos « caso por caso », sin descartar acudir en última instancia a los tribunales. A juicio de la dirigente de CGT, la actuación de la compañía puede tildarse de « fascismo patronal », al tiempo que reprochó a los delegados sindicales de UGT y CC. OO. que « no aparezcan por la fábrica ».
No obstante, el secretario general de Comisiones Obreras de Cataluña, Joan Coscubiela, denunció que la lista de afectados por el ERE se ha elaborado sobre el « dedo de la empresa ». Asimismo, en respuesta a las críticas recibidas desde la CGT, dijo que, « desgraciadamente », también « hay muchos afiliados a Comisiones Obreras entre los afectados ». Pese a todo, advirtió que « no nos queda más remedio que negociar los despidos » con la dirección de la compañía, y evitar « la proliferación de contratos temporales ».
Tristeza
Aparte de la polémica suscitada, en la fábrica catalana de Martorell, ayer se vivieron muchas escenas emotivas durante el adiós de algunos de los despedidos, que en varios casos abandonaron sus puestos de trabajo entre lloros. « A esto no hay derecho », aseguró Araceli, una de las operarias de la cadena de montaje despedidas, que aseguró que entre los afectados « hay mucha gente que tiene hipotecas y otros que están a punto de jubilarse ».
Fuente: R.Soto/ El Norte de Castilla