29 de septiembre del 2010. Calle Correo, 12 horas: Distintos grupos de huelguistas con banderas, pancartas y pegatinas recorren el centro de la Valencia. Un numeroso destacamento de policía “protege” la puerta de un conocido supermercado. De pronto, se movilizan a toda velocidad y rodean a un joven que iba solo. Se lo llevan hasta las escalinatas donde estaban, le piden la documentación, le quitan la cámara de fotos –había muchas otras- le cachean. Solo el apoyo de quienes se habían dado cuenta de lo que ocurría hace que suelten sin más a un asustado muchacho.

29 de septiembre del 2010. Calle Colón, 12h30: Las personas
trabajadoras en huelga desfilan por la calle Colón, se corean consignas
en la plaza de los Pinazos ante los grandes almacenes abiertos. De
repente, la policía nacional es sustituida por antidisturbios. Llevan
casco, escudo, peto y porra y, cuando ha pasado la mayor parte de la
manifestación y solo quedan grupos de chavales jóvenes, les rodean y
comienzan a cargar. Se habla de vandalismo ¿de quién?, ¿por qué vinieron
los antidisturbios?

29 de septiembre del 2010. Calle Colón, 12h30: Las personas
trabajadoras en huelga desfilan por la calle Colón, se corean consignas
en la plaza de los Pinazos ante los grandes almacenes abiertos. De
repente, la policía nacional es sustituida por antidisturbios. Llevan
casco, escudo, peto y porra y, cuando ha pasado la mayor parte de la
manifestación y solo quedan grupos de chavales jóvenes, les rodean y
comienzan a cargar. Se habla de vandalismo ¿de quién?, ¿por qué vinieron
los antidisturbios?

12 de febrero del 2011 Cadena Humana contra el “pensionazo” y la
dictadura de los mercados. Plaza de los Pinazo, 19h30: Un grupo de
chicos y chicas jóvenes recorre la cadena para ver el resultado. Las
chicas se adelantan y, sin previo aviso ni motivo, se detiene ante ellos
una furgoneta de policías, rodean a los chicos y comienzan a pedirles
la documentación y a tomar sus datos.

Este es el sutil mensaje del miedo: Puedes irte de botellón, pasarte
horas chillando de madrugada ante las ventanas de quien duerme, puedes
incendiar contenedores, romper mobiliario urbano, llenar de restos
nocturnos los parques de la ciudad, puedes desahogar la frustración de
un mundo sin valores si aceptas las reglas del juego. Pero no emprendas
el camino del compromiso social, que entonces tendrás problemas.

No pararon a veteranos, sino a quien todavía es vulnerable, y a quien, en última instancia, siempre pueden acusar de vandalismo.

Se atreven con chavales de 16 y 17 años, llenos de ilusión por
cambiar el mundo, se atreven porque saben que son el futuro, y si no los
enderezan ahora, quizás hagan realidad sus sueños.

Emilia Moreno de la Vieja, Sección Sindical de CGT en la Universitat de València


Fuente: CGT-PV