El movimiento social por el diálogo y el acuerdo, Elkarri, ante las demandas de ilegalización de la candidatura Herritarren Zerrenda, desea hacer públicas las siguientes consideraciones :
1. La sociedad vasca es una comunidad plural, que hace de la diferencia y el pluralismo una de sus señas de identidad más enriquecedoras.
Por lo tanto, todas las opciones políticas comprometidas con los Derechos Humanos deben tener la misma capacidad de expresar sus planteamientos.
Si se consuma la decisión de impedir la presentación de Herritarren Zerrenda se verán gravemente afectados tres principios básicos de la democracia : el principio de igualdad, el principio del pluralismo y el principio del sufragio universal, que de facto se verá sustituido por un principio de sufragio restringido. En la práctica, una parte muy significativa de nuestra sociedad verá suprimida o gravemente cercenada la libertad ideológica, de expresión o de pensamiento, la libertad de opción política, la libertad para crear partidos o coaliciones de electores y su libertad de expresión electoral.
En democracia todos los sectores sociales deben tener derecho a expresar su opción política ante un acontecimiento como el que representa una cita electoral. El respeto al pluralismo y el derecho a la participación política son bienes democráticos superiores que deberían ejercer de criterio rector a la hora de gestionar los problemas de convivencia.
2. La construcción de la paz necesita de todas y cada una de las sensibilidades políticas con arraigo en la sociedad vasca. El sentido común y la experiencia nos demuestran cómo, además de no ser deseable, es imposible impulsar un verdadero proceso de paz dejando fuera a una parte de esta sociedad. La solución al conflicto vasca se encuentra en la conjunción de todas las partes de verdad que representan estas diferentes opciones políticas.
La ilegalización de HZ traería como consecuencia la exclusión de un sector social y político que existe y es necesario para la búsqueda de la paz y la normalización. La exclusión desgarra la convivencia y es un factor generador de conflictos crónicos. Lejos de contribuir a crear condiciones para la paz, favorece el enfrentamiento y la crispación. El camino para la normalización de la convivencia y para la paz se asienta en la más firme oposición frente a la violencia, en la adhesión inequívoca a los principios democráticos, en el respeto al pluralismo y en el compromiso con un diálogo que incluya las diferentes sensibilidades políticas.
3. Vivimos un momento de oportunidad que no podemos dejar escapar. Las demandas sociales de no violencia y diálogo político, unidas a los diferentes debates abiertos sobre la forma de mejorar nuestras normas de convivencia, y el cambio de gobierno vivido tras las elecciones generales han creado un tiempo de oportunidades para construir un proceso de paz. Este movimiento social exhorta al nuevo gobierno socialista a aprovechar esta circunstancia y romper con las dinámicas de incomunicación, descalificación y enfrentamiento que provienen de la etapa anterior.
14 de mayo de 2004
Oficina de Prensa
Elkarri (Movimiento social por el diálogo y el acuerdo)
Par : Elkarri