El Sindicato Obrero del Campo (SOC) y la ONG Plataforma Iguales en Derechos denunciaron ayer las agresiones que sufrieron dos inmigrantes marroquíes, a quienes presuntamente un grupo de jóvenes disparó con perdigones. Los hechos ocurrieron la noche del 11 de octubre pasado en El Ejido (Almería) y con media hora de diferencia. También denunciaron una paliza a un tercer extranjero que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y cuyos hechos se remontan al mes de enero.

El Sindicato Obrero del Campo (SOC) y la ONG Plataforma Iguales en Derechos denunciaron ayer las agresiones que sufrieron dos inmigrantes marroquíes, a quienes presuntamente un grupo de jóvenes disparó con perdigones. Los hechos ocurrieron la noche del 11 de octubre pasado en El Ejido (Almería) y con media hora de diferencia. También denunciaron una paliza a un tercer extranjero que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y cuyos hechos se remontan al mes de enero.

Los tres casos fueron denunciados el miércoles en los juzgados de El Ejido. La Policía tiene conocimiento de estas «posibles» agresiones y las está investigando, según la Subdelegación del Gobierno.

La primera de las agresiones se produjo en la calle de Castellón, el 16 de enero. Mimoun Karmaoui se dirigía hacia las once de la noche a su domicilio cuando «pasaron unos chavales y le pegaron una paliza», según relató Fernando Plaza, portavoz de Plataforma Iguales en Derechos. La paliza envió a Karmaoui directamente al hospital Torrecárdenas, de la capital almeriense, donde fue intervenido por neurocirugía de una fractura abierta de cráneo. Las secuelas que le han quedado le incapacitan para trabajar, según la ONG. «No consiguió poner denuncia en la comisaría porque la Policía le exigía el informe médico. Se sabe quiénes son los agresores porque siempre se reúnen en la misma plaza del pueblo. Se han dado dos nombres a la Policía», detalló Plaza.

Los otros dos casos se produjeron la noche del 11 de octubre. Larbi Chaibita estaba en su cortijo del núcleo de San Agustín cuando llegó un coche. Pasados unos minutos, notó un impacto en su pecho. «Pensé que era una piedra que había saltado de las ruedas del coche», relató. Una vez que el vehículo se perdió en la noche, comprobó que le salía sangre del pecho. «Querían matarme». El perdigón penetró en su pulmón izquierdo.

Media hora después, en el núcleo urbano de Santa María del Águila, Masad Essaudi recibió un perdigonazo en la pierna izquierda. Asegura que le dispararon desde una furgoneta blanca tipo Citroën C-15, una descripción que coincide con la realizada por el otro agredido.

El SOC y la Plataforma Iguales en Derechos aseguran que las agresiones son cada vez «más virulentas» y que están envueltas en un clima de «impunidad».


Fuente: Indymedia Estrecho