Notas sobre el Show del terrorismo de los 11 de septiembre de 1973 y 11 de septiembre de 2001 y del verdadero terrorismo hoy por hoy.-
La CIA coordinó brillantemente el golpe de Pinochet en Chile el 11 de septiembre de 1973 ampliando la represión a América del Sur gracias al plan Cóndor, con el saber hacer del premio Nobel de la Paz 1973, el ministro de Asuntos exteriores Henry Kissinguer
. « Nuestro programa en Chile era sostener a las fuerzas democráticas contra las fuerzas políticas de Allende, que suprimían varios elementos democráticos […] La CIA tiene tres grandes funciones: el trabajo científico y tecnológico, el análisis y la búsqueda clandestina de informaciones. Ahora tiene una cuarta responsabilidad, que es influenciar positivamente una situación por medios políticos o paramilitares. » (William Colby, Director de la CIA, Time 30-IX-1974, p. 26).
. « Nuestro programa en Chile era sostener a las fuerzas democráticas contra las fuerzas políticas de Allende, que suprimían varios elementos democráticos […] La CIA tiene tres grandes funciones: el trabajo científico y tecnológico, el análisis y la búsqueda clandestina de informaciones. Ahora tiene una cuarta responsabilidad, que es influenciar positivamente una situación por medios políticos o paramilitares. » (William Colby, Director de la CIA, Time 30-IX-1974, p. 26).
En el plano de la eficacia contra la CIA y el Pentágono, la acción del 11 de septiembre de 2001 realizada por la red de Bin Laden fue inepta (en lugar de tocar la Bolsa y de los bancos o centros administrativos). Además, se colocaba al mismo nivel que la política de EE UU: poner en el mismo bolso a los dirigentes políticos y a sus conciudadanos. Eso sólo sirvió para consolidar los planes estadounidenses ya preparados de invasión de Afganistán e Irak, arropándolos con el « deber de justicia » a causa de las muertes de inocentes en Nueva York. Por añadidura, se sumó una banda de países dispuestos a prosternarse ante EE UU para ganarse subsidios para las ex burocracias pro soviéticas (de Bulgaria a Polonia).
El siniestro show du 11 de septiembre de 2011 permite definir el terrorismo actual: el de los jóvenes y adultos que revientan de hambre cada día, de zonas geográficas sometidas a la hambruna a causa de un clima violentado por las grandes industrias capitalistas y socialistas, luego desocupados siempre más numerosos.
Este terrorismo está detrás de las habituales fórmulas del FMI, con su director Dominique Strauss-Kahn que declaró el 18 de noviembre de 2008 en Cartago: « Preveo un fuerte crecimiento en Túnez este año, la política económica adoptada aquí es una política sana y constituye el mejor modelo que seguir para numerosos países emergentes. » [Le Volontaire, 15.01.11]. El único objetivo es lograr más beneficios para las multinacionales, el mismo razonamiento que el de los partidarios del socialismo de desarrollar la industria pesada, todo ello con la miseria de los ciudadanos de a pie.
El economista, adversario del FMI, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, no es menos obsceno:
“Los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas. Comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare. […] Argentina hizo muy bien las cosas en los últimos años para garantizar un fuerte crecimiento a tasas muy altas y controlar la inflación.” [Página 12, 28.08.11].
A Stiglitz le importa un bledo la economía del día a día: Un “laberinto de pasillos sin justicia, salud ni educación pegado a la Ciudad de Buenos Aires; recargado de casas sin cloacas, ni gas, ni seguridad; y zamarreado por la violencia. “Es un lugar de dolor y exclusión, y un laboratorio para técnicos y trabajadores sociales […]donde la ausencia del Estado es una inseguridad.” Son palabras de la franciscana nacida en Corea del Sur, Cecilia Lee, en una revista católica de La Plata, La Pulseada, agosto 2011, sobre Villa Itatí, cerca de Buenos Aires, 50.000-60.000 habitantes, Quilmes. Dicha situación vale para algunos millones de argentinos en la indigencia. Sin contar la mayoría de la población que sufre la inflación desde el 2010.
Este terrorismo diario de que sufren centenas de millones de personas es oficializado por los medias y las evocaciones fraudulentas du 11 de septiembre (que olvidan el otro).
Frank Mintz, 11.09.11
http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_article=1329
Fuente: Frank Mintz