Otra vez se produce un accidente de tren que era evitable. Al igual que hace 9 años, el 5 de noviembre de 1997, fecha de la riada de Badajoz, en las cercanías de Valdesalor un mercancías que salió de Cáceres a Mérida se encontró que la crecida del río Salor se había llevado la vía y se precipitó al vacío y solo la fortuna salvó a sus maquinistas de perecer ahogados. El 6 de noviembre de 2006 el TALGO Lusitania se encuentra en las cercanías de San Vicente de Alcántara que el agua se ha llevado el balasto, descarrilando la máquina, el furgón-generador, y 3 coches de viajeros, pudiendo haber sucedido una verdadera catástrofe al haberse llevado el agua parte de la vía en varios puntos más adelante.

Otra vez se produce un accidente de tren que era evitable. Al igual que hace 9 años, el 5 de noviembre de 1997, fecha de la riada de Badajoz, en las cercanías de Valdesalor un mercancías que salió de Cáceres a Mérida se encontró que la crecida del río Salor se había llevado la vía y se precipitó al vacío y solo la fortuna salvó a sus maquinistas de perecer ahogados. El 6 de noviembre de 2006 el TALGO Lusitania se encuentra en las cercanías de San Vicente de Alcántara que el agua se ha llevado el balasto, descarrilando la máquina, el furgón-generador, y 3 coches de viajeros, pudiendo haber sucedido una verdadera catástrofe al haberse llevado el agua parte de la vía en varios puntos más adelante.

El ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) no realiza la necesaria vigilancia de las vías en caso de inclemencias meteorológicas excepcionales por la falta de personal, los sucesivos EREs (Expedientes de Regulación de Empleo), que son despidos camuflados, están dejando sin ferroviarios la provincia de Cáceres, ya todas las obras se realizan con contratas y subcontratas, teniendo el ADIF a su poco personal en tareas contemplativas.

En este caso declara el maquinista del tren, que el último tren que pasó fue él mismo 24 horas antes y por las consecuencias vemos que durante esas 24 horas no hubo ninguna vigilancia de los casi 100 kilómetros que hay entre Cáceres y Valencia de Alcántara a pesar de la intensa lluvia producida en esas 24 horas.
La división de la antigua RENFE en dos empresas, con la única finalidad de propiciar la privatización del ferrocarril, está llevando a un incremento de los accidentes ferroviarios, y por el abandono que está sufriendo el ferrocarril tradicional a favor de las líneas del AVE. Es paradójico que las líneas del AVE se vigilen todas las noches con un tren especial que detecta cualquier anomalía, a pesar de todos los sistemas de seguridad de que están dotadas y estás líneas secundarias ni siguiera en circunstancias especiales se les haga una mínima vigilancia.
Desde CGT esperamos que con el suspenso que ha dado Europa a Extremadura recientemente en inversiones ferroviarias y este lamentable accidente, sea un punto de inflexión y se retomen unas inversiones razonables y se mantenga una plantilla de trabajadores adecuada, para que por lo menos el tren siga siendo el medio de transporte seguro que siempre fue y se pare el continuo desmantelamiento del ferrocarril en Extremadura.

Cáceres, 7 de noviembre 2006

SFF-CGT Cáceres

http://agora.ya.com/cgtcaceres/


Par : SFF-CGT Cáceres



Fuente: SFF-CGT Cáceres