El PSOE se comporta con Renfe tal como, hace tan sólo unos meses denunciaba que iba a hacer el PP “condiciona el interés general en función de la eficiencia y los resultados económicos”
El SFF-CGT denuncia que el PSOE “limpia Renfe de polvo y paja…”…socializando las deudas para privatizar los beneficios poniendo en riesgo el servicio público ferroviario.
Las recientes declaraciones del Vicepresidente Segundo, Sr. Solbes, durante la última sesión de control al Gobierno, afirman que la absorción de parte de la deuda de RENFE por el Estado permitirá competir a la compañía en igualdad de condiciones con otros posibles agentes del sector al entrar en vigor la ley ferroviaria.
El PSOE se comporta con Renfe tal como, hace tan sólo unos meses denunciaba que iba a hacer el PP “condiciona el interés general en función de la eficiencia y los resultados económicos”
El SFF-CGT denuncia que el PSOE “limpia Renfe de polvo y paja…”…socializando las deudas para privatizar los beneficios poniendo en riesgo el servicio público ferroviario.
Las recientes declaraciones del Vicepresidente Segundo, Sr. Solbes, durante la última sesión de control al Gobierno, afirman que la absorción de parte de la deuda de RENFE por el Estado permitirá competir a la compañía en igualdad de condiciones con otros posibles agentes del sector al entrar en vigor la ley ferroviaria.
De los 7.300 millones de euros de deuda, el Estado asumirá la llamada deuda
histórica por valor de 3.659 millones de euros, y otros 1.800 millones de euros por costes de infraestructura ; los 1.800 millones restantes, atribuidos a coste de material rodante, los asumirá RENFE. Según el Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, sólo así se evitará la quiebra de RENFE con la liberalización al aplicar la nueva ley.
Desde el Sindicato Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) denunciamos que estas declaraciones pretenden ocultar el incumplimiento de los compromisos adquiridos por el P.S.O.E. en materia ferroviaria, cuando estaba en la oposición, generando un falso debate en torno a la deuda “histórica” de RENFE.
Durante la tramitación de la Ley del Sector Ferroviario (con el PP en el Gobierno) el grupo parlamentario socialista, entonces en la oposición, manifestó, entre otros argumentos, que “se configura un modelo ferroviario que evidencia un profundo desconocimiento gubernamental del sector…se condiciona el interés general en función de la eficiencia y los resultados económicos”. Dado que la misma ley que aprobó el PP, con la oposición del PSOE, es la que va a entrar en vigor el 1 de enero de 2005, los argumentos permanecen invariables. Luego, desde el SFF-CGT, acusamos al PSOE de condicionar el interés general en función de la eficiencia y los resultados económicos
Desde el SFF-CGT denunciamos como un acto de irresponsabilidad verter
manifestaciones tales como que “era imprescindible que el estado asumiese la deuda de Renfe para evitar su quiebra con la liberalización”, porque sencillamente no es verdad. El Estado español no está en quiebra. RENFE es una empresa pública, que presta un servicio público, por tanto, lo imprescindible es que se siga manteniendo dicha titularidad pública como única y verdadera garantía de no llevar el ferrocarril a la quiebra.
No nos cansaremos de recordar cómo en Gran Bretaña o en Nueva Zelanda, países que privatizaron/liberalizaron sus ferrocarriles, la privatización fue la auténtica causa de la quiebra de los mismos, teniendo que dar ambos estados marcha atrás y asumiendo el Estado, mediante transferencias de cuantías mucho más elevadas, la viabilidad de los ferrocarriles.
RENFE es una Entidad Pública Empresarial, que presta un servicio público, de carácter social. Como cualquier otro servicio público (sanidad, educación, etc.) se sufraga en parte mediante aportaciones del Estado o del resto de las
Administraciones Públicas, conforme a la función social que cumple o al beneficio social que reporta. RENFE se sostiene también con los ingresos de explotación. El que desde hace años el resultado de explotación de la compañía ferroviaria arroje resultados negativos, no quiere decir sino que las transferencias que debe efectuar el Estado año tras año no se han verificado o que deberían haber sido mayores.
La construcción de infraestructuras (vías, estaciones, etc.) o, en su caso, la compra de material (trenes, etc.) son inversiones del estado que siempre debieron aparecer contabilizadas en los Presupuestos públicos de cada año, según el correspondiente programa de gastos, constituyendo deuda pública acumulada. Es curioso cómo en el cruce de acusaciones entre el PP y el PSOE, el primero denuncia que la asunción de una sola vez de la deuda no tiene sentido, pues se puede hacer en varios años, habiéndola ocultado en años anteriores. Está claro que se pretende “matar dos pájaros de un tiro” : se le acusa al anterior gobierno de ocultar parte del déficit real del estado y se genera en la sociedad española un debate viciado desde el inicio, pretendiendo mostrar a una RENFE en quiebra que va a salvar el Gobierno
asumiendo la deuda, cuando la verdadera intención es sanear esa deuda para privatizar el ferrocarril y no para prestar un mejor servicio.
Lo que verdaderamente está en juego es el transporte por ferrocarril como servicio público de calidad, seguro y sostenible, frente a un modelo de transporte privatizado donde el capital privado está deseando entrar para hacer buenos negocios. La verdadera quiebra del ferrocarril será, si la sociedad española y los sindicatos en RENFE no lo evitamos, la privatización/liberalización, pues se producirán las siguientes consecuencias :
Con la asunción de la deuda por el Estado (cuestión que por supuesto no criticaríamos si se quedara ahí, si no entrara en vigor la Ley privatizadora, sino todo lo contrario) se da el pistoletazo de salida definitivo para que el capital privado, a partir del 1 de enero de 2005, fecha de entrada en vigor de la ley del sector
ferroviario, compre parte del negocio a muy buenos precios -sin lastre de deudas-, con un mercado consolidado y el beneficio asegurado, y por tanto, se lleve suculentos beneficios en el ferrocarril a costa del deterioro de este servicio público, con el dinero de todos los ciudadanos/as.
Madrid a 23 de Septiembre de 2004