El Senado de EEUU se ha pronunciado hoy en contra de la enmienda constitucional para prohibir los matrimonios homosexuales, pese al apoyo de la Casa Blanca a la propuesta.
Los legisladores se pronunciaron en contra de la enmienda en un voto de procedimiento, un primer paso para determinar el apoyo con el que contaba la propuesta y para el que era necesario el respaldo de un mínimo de sesenta senadores, de los cien que componen la cámara.

El Senado de EEUU se ha pronunciado hoy en contra de la enmienda constitucional para prohibir los matrimonios homosexuales, pese al apoyo de la Casa Blanca a la propuesta.

Los legisladores se pronunciaron en contra de la enmienda en un voto de procedimiento, un primer paso para determinar el apoyo con el que contaba la propuesta y para el que era necesario el respaldo de un mínimo de sesenta senadores, de los cien que componen la cámara.

Enfrentados a la imposibilidad de reunir los dos tercios de los votos necesarios para la reforma en un Senado de 100 miembros, legisladores republicanos propusieron el martes una opción menor, que diría que «el matrimonio existe sólo entre un hombre y una mujer».

PUNTOS DE VISTA

«La incansable propaganda homosexual en la televisión y el cine ha dado dividendos, de modo que hasta la defensa del matrimonio pareciera ser un acto de intolerancia», manifestó Robert Knight, director del Instituto para la Cultura y la Familia.

Según el senador Rick Santorum, presidente de la Conferencia Republicana, la enmienda buscaba proteger al matrimonio y a la familia, no negar los derechos de nadie y es necesaria «para impedir el ocaso de nuestra sociedad».

La senadora demócrata Dianne Feinstein calificó el debate como «una pérdida de tiempo» y agregó que el objetivo de los republicanos era «provocar una división» entre los electores del país.

CIUDADANOS EN CONTRA

La última encuesta realizada sobre el tema hace dos meses indicó que un 55 de los estadounidenses se opone al matrimonio homosexual, pero coinciden en que no debe ser prohibido expresamente por la Constitución.

Según el sondeo, los estadounidenses piensan que hay otros problemas más urgentes, como la atención médica, la educación y la seguridad nacional.