CGT considera que el regreso de manera presencial a la actividad laboral en la Administración General del Estado debe ser gradual, flexible y razonable, y siempre que sea posible voluntaria, guardándose y garantizándose todas las medidas de seguridad para salvaguardar la salud de todas las personas.

 

CGT comparte, el temor que genera el regreso a los puestos de trabajo de manera presencial del personal de AGE, por los indudables riesgos que seguirán subsistiendo aunque haya finalizado el estado de alarma. Recordando la importancia de que se cumplan con las medidas de seguridad decretadas por la Autoridad Sanitaria para garantizar la salud de quienes se vayan a reincorporar a la actividad laboral presencialmente.

CGT comparte, el temor que genera el regreso a los puestos de trabajo de manera presencial del personal de AGE, por los indudables riesgos que seguirán subsistiendo aunque haya finalizado el estado de alarma. Recordando la importancia de que se cumplan con las medidas de seguridad decretadas por la Autoridad Sanitaria para garantizar la salud de quienes se vayan a reincorporar a la actividad laboral presencialmente.

CGT entiende que para garantizar la seguridad y salud de todas las personas que trabajan en la AGE es esencial minimizar cualquier riesgo que sobre ellas se produzca, mediante el trabajo en el seno de los Comités de Seguridad y Salud y la participación de la Juntas de Personal y Comités de Empresa de conformidad con lo establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Estatuto Básico del empleado público.

Según los últimos datos publicados por Secretaría de Estado de Politica Territorial y Función Pública, casi el 52 % del conjunto de los y las empleadas públicas de la AGE venía prestando servicios de manera no presencial, mientras que casi el 40% lo hacía presencialmente.

En las últimas semanas, hemos observado que se han ido incorporando nuevas personas a prestar servicio de manera presencial, por lo que nos tememos que en algunas unidades se pretenda elevar el porcentaje de presentismo sin razones objetivas que lo justifiquen.

El Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19., que mantiene su vigencia hasta dos meses después de finalizado el estado de alarma, como el Real Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 establecen el carácter preferente y la necesidad de potenciar el trabajo a distancia.

CGT cree que, si durante los últimos meses se han seguido realizando las tareas encomendadas a los empleados públicos de manera no presencial, continuando presente la amenaza del virus no hay motivo para que quien así quiera continuar no pueda seguir haciéndolo. No se entendería que se ponga en riesgo a las personas trabajadoras obligándoles en contra de su voluntad a prestar su trabajo de forma presencial si no se dan razones objetivas de peso, debidamente motivadas, que exijan su permanencia en el centro de trabajo.

Independientemente de nuestros acuerdos como organización, y teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales que nos están tocando vivir, en CGT proponemos que el regreso de manera presencial a nuestra actividad laboral debe ser gradual, flexible y razonable y siempre que sea posible voluntario, guardándose y garantizándose todas las medidas de seguridad para salvaguardar la salud de las personas.

Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT