El proyecto de Constitución recorta los derechos de las mujeres de Irak
La aplicación de la ley islámica impondría el permiso de la familia para contraer matrimonio
El borrador de trabajo de la nueva Constitución iraquí propone conceder un papel más importante a la ley islámica y, en consecuencia, restringir drásticamente los derechos de la mujer, sobre todo en aspectos de su estatuto personal como el divorcio y las herencias familiares. Los redactores del documento están discutiendo también sobre la posibilidad de eliminar o retirar paulatinamente una medida incluida en la Constitución provisional, redactada el año pasado en colaboración con los estadounidenses, que exigía que las mujeres constituyeran, al menos, la cuarta parte del Parlamento.
El proyecto de Constitución recorta los derechos de las mujeres de Irak


La aplicación de la ley islámica impondría el permiso de la familia para contraer matrimonio

El borrador de trabajo de la nueva Constitución iraquí propone conceder un papel más importante a la ley islámica y, en consecuencia, restringir drásticamente los derechos de la mujer, sobre todo en aspectos de su estatuto personal como el divorcio y las herencias familiares. Los redactores del documento están discutiendo también sobre la posibilidad de eliminar o retirar paulatinamente una medida incluida en la Constitución provisional, redactada el año pasado en colaboración con los estadounidenses, que exigía que las mujeres constituyeran, al menos, la cuarta parte del Parlamento.

El borrador de la nueva Constitución garantiza la igualdad de derechos para las mujeres siempre que dichos derechos «no violen la sharia», la ley del Corán. En la Constitución provisional aprobada el año pasado, los estadounidenses y las autoridades laicas iraquíes habían eliminado tales referencias a la ley religiosa. El artículo 14 del borrador exige que los tribunales encargados de juzgar casos relacionados con asuntos como el matrimonio, el divorcio y las herencias, lo hagan con arreglo a las leyes de la religión o secta religiosa a la que pertenezca la familia en cuestión.

De acuerdo con esa disposición, las mujeres chiíes, independientemente de su edad, no podrían casarse sin el permiso de su familia. Según algunas interpretaciones de la sharia, a los hombres les bastaría para obtener el divorcio declarar sus intenciones tres veces en presencia de sus esposas.

Llegado el caso, el artículo 14 sustituiría a un conjunto de leyes iraquíes que, desde hace décadas, está considerado como uno de los más progresistas de Oriente Próximo a la hora de proteger los derechos de la mujer, ya que da la libertad de escoger marido y exige que los divorcios los decida un juez.

Si se aprueba, el hecho de dejar atrás las disposiciones laicas e igualitarias de la Constitución provisional representaría una gran victoria para los clérigos chiíes y los políticos religiosos, muy irritados por la insistencia estadounidense en que, en el texto provisional, el islam se calificara sólo como «una fuente» de legislación. Varios redactores de la nueva Constitución han dicho que, como mínimo, tienen intención de designarlo como «una fuente principal» de legislación.

El borrador ha suscitado la indignación entre grupos de mujeres, que se manifestaron el pasado martes en el centro de Bagdad, en la misma plaza en la que los marines derribaron una estatua de Sadam Husein en abril de 2003. Unos 200 hombres y mujeres arrostraron el calor espantoso de Bagdad para repartir folletos y ondear banderines blancos en medio del tráfico. «Queremos ser iguales que todo el mundo, queremos derechos humanos para todo el mundo», decía un eslogan. La manifestación se produjo antes de que dos árabes suníes, que participaban en la elaboración de la Constitución, murieran tiroteados junto con uno de sus secretarios cerca de un restaurante de Bagdad, un suceso que podría llegar a causar el caos en el proceso de redacción.

[Cuatro de los 15 miembros suníes del comité redactor suspendieron ayer su actividad tras la muerte de sus colegas, informa Reuters. Otras fuentes que no pudieron ser confirmadas aseguraron que todos los suníes se habían retirado].

«Queremos garantías para los derechos de la mujer en la nueva constitución», dijo Hannah Edwar, una de las organizadoras de la protesta. «Vamos a entrevistarnos con el comité constitucional y a decirles lo que pensamos».

Una docena de mujeres, algunas cubiertas con largas túnicas de color negro, aparecieron en el mismo lugar para expresar su rechazo a la protesta. Explicaron que eran seguidoras de Múqtada al Sáder, el clérigo chií fundamentalista que ha encabezado dos rebeliones.

Las autoridades estadounidenses e iraquíes dicen que hay varios capítulos del borrador constitucional circulando por Bagdad y que todavía no se ha acordado la redacción definitiva. El plazo para introducir cambios acabará el 15 de agosto, fecha límite para que la Asamblea Nacional apruebe un borrador. Las protestas de mujeres y de sectores relativamente laicos del comité constitucional, como los kurdos, pueden obligar a los chiíes a rebajar el tono religioso. «Algunos de los puntos que hacen referencia a los derechos de la mujer en este capítulo están aún pendientes de revisión», explica Mariam Arayess, una religiosa chií que pertenece al comité. En su opinión, el borrador es el documento de trabajo más reciente, y contiene unas disposiciones bastante generosas en lo que respecta a la igualdad de derechos. Mariam Arayess es una de las menos de 10 mujeres incluidas entre los 71 miembros del comité redactor.

El capítulo citado tiene 27 artículos que, en su mayoría, contienen disposiciones relativamente liberales que pretenden garantizar derechos civiles. Las referencias al islam y la sharia aparecen en distintos lugares. Una cláusula afirma que los iraquíes disfrutarán de todos los derechos proclamados en «los tratados y convenios internacionales, siempre que no contradigan el islam». Éste es un lenguaje que aceptan muchos iraquíes, incluidos los moderados, para quienes el islam es un cimiento esencial del país.

Sin embargo, los grupos de mujeres están indignados por el artículo 14, que supondría la abolición de una ley de condición personal, relativamente progresista, que entró en vigor en 1959, después de que oficiales laicos del Ejército derrocaran la monarquía apoyada por los británicos. Dicha ley permaneció en vigor durante todos los años de gobierno de Sadam Husein.

Los detractores de la propuesta de borrador dicen que, además de restringir los derechos de las mujeres, también podría ahondar la división sectaria entre suníes y chiíes. Además, el borrador no deja claro qué ocurriría en los casos en los que el marido perteneciera a una secta y la mujer a otra.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.


Fuente: EDWARD WONG (NYT) - Bagdad / EL PAIS