La nueva iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para desbloquear el conflicto del Sáhara Occidental nació muerta, a juzgar por la primera reacción del Frente Polisario, que será, sin duda, respaldada por Argelia en las próximas horas.

La nueva iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para desbloquear el conflicto del Sáhara Occidental nació muerta, a juzgar por la primera reacción del Frente Polisario, que será, sin duda, respaldada por Argelia en las próximas horas.

Ahmed Bujari, representante saharaui en la ONU, tachó de «inaceptable e inviable» la negociación directa por la que aboga Annan en el informe que redactó para el Consejo de Seguridad mientras Rabat «se niegue a discutir del derecho a la autodeterminación para el pueblo saharaui».

Bujari y el secretario general del Polisario, Mohamed Abdelaziz, que ayer dio un mitin en Madrid, reiteraron su apego al Plan Baker, aprobado por unanimidad en 2003 por el Consejo de Seguridad, pero nunca puesto en práctica a causa de la oposición de Marruecos.

Las autoridades marroquíes consideraron, en cambio, a través de la agencia de prensa oficial MAP, que el informe de Annan «entierra definitivamente al Plan Baker», algo de lo que se alegran, al tiempo que «invita a Argelia a participar en negociaciones directas», aunque no como parte implicada sino como vecino.

La reacción marroquí ignora, en cambio, el revés que supone el informe de Annan para el proyecto de autonomía para el Sáhara que prepara Rabat. El Consejo de Seguridad no instará a debatirlo porque supondría reconocer la soberanía marroquí sobre la ex colonia española.


Fuente: I. C. EL PAÍS