El Programa de Calidad y Mejora de los Rendimientos Escolares no cala en los institutos públicos. La Consejería de Educación difundió ayer los datos de los nuevos centros de Andalucía que se han adherido a este plan en la segunda convocatoria abierta. Y, sumando las dos convocatorias, sólo el 20% de los institutos se ha unido al programa, que prevé incentivos de hasta 7.000 euros por profesor. Educación no ha querido imponer este plan : cada claustro de profesores decide qué hacer.
El programa está dirigido a todos los niveles, es decir, Infantil, Primaria y Secundaria. En esta segunda convocatoria se han unido al plan 316 nuevos centros de todos los niveles, con lo que ya son 1.483 los colegios e institutos que se han inscrito, lo que supone que el 44,4% de los claustros andaluces está de acuerdo con esta iniciativa que ya se está aplicando este curso, según los datos difundidos ayer por Educación. El programa está diseñado para cuatro años. La Agencia Andaluza de la Evaluación Educativa se encargará de analizar la aplicación del plan al finalizar los cuatro cursos. El primer año de aplicación cada docente recibe 600 euros. El segundo curso, 1.200 y el tercero, 1.800. Los 3.400 restantes irán en función de la evaluación de resultados.
El Programa de Calidad y Mejora del rendimiento escolar sí está recibiendo una aceptable acogida en los colegios que imparten los ciclos de Infantil y Primaria. Según los datos que distribuyó ayer la Consejería de Educación, 1.227 centros públicos de este tipo ya se han sumado al plan, lo que supone un 54% del total.
Sin embargo, estos datos contrastan con los de la enseñanza Secundaria. De momento, sólo 174 institutos (20%) se han adherido al programa de incentivos. Detrás de este fenómeno están las diferencias que existen entre los docentes que imparten cada ciclo, según indicó ayer Rafael Fenoy, secretario de Jurídica de la Federación Andaluza de Sindicatos de Enseñanza de CGT, uno de los dos sindicatos que mantienen su oposición al Programa de Calidad. Las cuatro organizaciones sindicales mayoritarias en Educación han apoyado finalmente este plan de incentivos. Según Fenoy, los docentes de los colegios sí están aceptando el plan debido a que entienden «que ya están metidos en programas» que pueden trasladarse al de Calidad y Mejora. Se trata de programas puestos en marcha en el ciclo de Primaria como el de cultura de paz, interculturalidad o educación compensatoria. «La traducción que hacen en Infantil y Primaria del plan de calidad es que pueden hacer prácticamente lo mismo pero enfocado desde otro formato y tener además un reconocimiento», señaló Fenoy. Según su razonamiento, la implantación de este tipo de actividades paralelas es menor en los institutos y de ahí viene el rechazo al Programa de Calidad. Fenoy también indicó que existe un problema de fondo en los centros de Secundaría. Según este responsable de CGT, los profesores de los institutos están «muy circunscritos a su departamento» y es «más raro que el docente esté en otras actividades fuera de su departamento», por lo que también es más complicado que aplique programas paralelos. Los profesores tienen «menos mentalidad global de centro» y los «programas transversales son más complicados». Otra razón que, según Fenoy, puede esconderse tras el rechazo es que el formato propuesto por Educación está «muy burocratizado». Además en los institutos hay una mayor confrontación con el alumnado que en los colegios, lo que provoca que sea más difícil incrementar el rendimiento. Además, según Fenoy, los profesores de Secundaria reciben entre 300 y 400 euros más que sus compañeros de Primaria, por lo que el incentivo económico puede resultar menos jugoso.
Al margen de las causas específicas del rechazo en los institutos, Fenoy señala que también hay una oposición «ideológica» en todos los niveles, ya que la Consejería de Educación descarga con este plan gran parte de la responsabilidad de los resultados escolares «en los hombros de los profesores».
Fuente: MANUEL PLANELLES | EL PAIS
