Barcelona.— Los más de 500 inmigrantes sin papeles que se han encerrado este fin de semana en diferentes locales de Barcelona para reclamar que se flexibilicen los requisitos para conseguir la regularización han puesto fin a la protesta a última hora de la tarde, tal como habían anunciado.

Barcelona.— Los más de 500 inmigrantes sin papeles que se han encerrado este fin de semana en diferentes locales de Barcelona para reclamar que se flexibilicen los requisitos para conseguir la regularización han puesto fin a la protesta a última hora de la tarde, tal como habían anunciado.

Según ha explicado Norma Falconi, portavoz de la Plataforma por la Regularización sin Condiciones, los inmigrantes han acordado en asamblea abandonar la protesta, así como la huelga de hambre que han seguido unos 300 de los encerrados, ante el «delicado estado de salud» de algunos de ellos.

Según Falconi, cinco bengalís han tenido que ser atendidos en centros hospitalarios después del ayuno que han llevado a cabo desde el pasado viernes, cuando se iniciaron los encierros. La huelga de hambre ha sido secundada por inmigrantes encerrados en el polideportivo y parroquia de Sant Medir, en la parroquia Sant Miquel de Santa Coloma y en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

También han acogido encierros de inmigrantes este fin de semana las parroquias barcelonesas de Sant Miquel del Port, la Facultad de Derecho de la Universitat Pompeu Fabra, las sedes de los sindicatos COBAS (Comisiones de Base) y CNT, el Ateneo Julia Romera y el centro de acogida de inmigrantes.

Los encerrados en la parroquia de Sant Medir del barrio de Sants de Barcelona han puesto fin al encierro con una marcha de protesta que ha desarrollado entre la parroquia y la plaza de Sants.

Nuevos encierros en abril

La Plataforma por la Regularización sin Condiciones ha anunciado que si el Gobierno no atiende sus reivindicaciones, a partir del próximo 2 de abril llevarán nuevos encierros indefinidos. La plataforma exige al Ejecutivo que elimine el requisito del contrato para conseguir la regularización y conceda permisos provisionales para que los inmigrantes puedan conseguir empleo, así como una ampliación de los plazos del proceso.

Además, los inmigrantes agrupados en esta plataforma reclaman que se acepte para la regularización «todo documento admitido en derecho para demostrar la estancia en el país», incluidos los resguardos de anteriores solicitudes de normalización y las órdenes de expulsión, y no exclusivamente el certificado de empadronamiento.

En opinión de los portavoces de la plataforma, aunque aumente «de forma geométrica» el número de solicitudes de regularización —hasta ahora se han presentado en España unas 100.000, según el Gobierno—, como mucho se llegará a los 400.000 expedientes, lejos de los 1,4 millones de «sin papeles» que la plataforma estima viven en el país.

EL PERIODICO