En una esperada y tensa votación, la Eurocámara ha rechazado esta mañana la directiva comunitaria que hubiera permitido ampliar la jornada laboral de 48 hasta 65 horas semanales en toda la UE.
El Parlamento europeo ha rechazado por mayoría el texto actual de la Directiva, contradiciendo el pacto alcanzado por la mayoría de los gobiernos de la Europa del Capital. Un hecho que sólo se explica por la enorme impopularidad de una medida tan regresiva y la contestación social de que ha sido objeto, en la cual han jugado un papel muy destacado los activistas y colectivos alternativos al sindicalismo oficial y conciliador de la CES.
En una esperada y tensa votación, la Eurocámara ha rechazado esta mañana la directiva comunitaria que hubiera permitido ampliar la jornada laboral de 48 hasta 65 horas semanales en toda la UE.

El Parlamento europeo ha rechazado por mayoría el texto actual de la Directiva, contradiciendo el pacto alcanzado por la mayoría de los gobiernos de la Europa del Capital. Un hecho que sólo se explica por la enorme impopularidad de una medida tan regresiva y la contestación social de que ha sido objeto, en la cual han jugado un papel muy destacado los activistas y colectivos alternativos al sindicalismo oficial y conciliador de la CES.

Sin embargo, poco se puede confiar en un parlamento como el europeo, cuya función y composición es parte de la estructura de poder del capital europeo. Habrá que seguir movilizándose no sólo para desterrar definitivamente la posibilidad de que la directiva resucite con algunas modificaciones menores, sino y sobre todo para seguir dando pasos en una exigencia urgente para hacer frente al desempleo creciente producto de la crisis del capitalismo : escala móvil de horas de trabajo o, lo que sería lo mismo como primer paso hacia ello, ¡jornada máxima de 35 horas semanales sin reducción salarial !


El Parlamento Europeo rechaza la directiva que permitía la jornada laboral de 65 horas

Ahora se abre un periodo de negociación para llegar a un acuerdo

Si pasados 90 días no hay pacto, la medida quedará invalidada

Actualizado miércoles 17/12/2008 13:16
BRUSELAS.- En una esperada y tensa votación, la Eurocámara ha rechazado esta mañana la directiva comunitaria que hubiera permitido ampliar la jornada laboral de 48 hasta 65 horas semanales en toda la UE.

En una contundente victoria del Parlamento contra los gobiernos de los Veintisiete y la Comisión Europea, la mayoría de eurodiputados, socialistas y populares de distintos países, aprobaron una legislación que incluso puede obligar a países como Reino Unido a acortar su jornada laboral.

Los británicos, como los trabajadores de otros 14 miembros de la UE, pueden trabajar más horas del máximo común -48 horas semanales- por un ’opt-out’ aprobado por su Gobierno, pero que, según la versión enmendada por los eurodiputados, esta excepción debe ser suprimida después de un periodo de transición de tres años.

Tras esta votación, empieza un periodo de ’conciliación’ entre los gobiernos, el Parlamento y la Comisión para intentar, en un plazo de 90 días, llegar a un acuerdo, aunque la sustancia de lo aprobado este miércoles por la Eurocámara prevalecerá ahora en esas negociaciones.

Si no hay pacto, la legislación se abandona y se continuará con el maximo de 48 horas semanales, como el que se aplica en España, con excepciones para algunos miembros.

Alejandro Cercas, el eurodiputado socialista encargado del informe sobre esta legislación, explicó, entre largos y efusivos aplausos, que la decisión es un «triunfo» del Parlamento y que no debe ser tomada por los Veintisiete como un «contratiempo», sino como una «oportunidad de rectificar una decisión equivocada» y valorar en toda Europa la «reconciliación de la vida familiar y personal y la vida profesional».

El acuerdo sobre la directiva que habían alcanzado los ministros de Trabajo de la UE en junio recogía que, en virtud de acuerdos individuales, empresario y trabajador pudieran alargar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media sobre un periodo de tres meses, e incluso hasta 65 horas en ausencia de un convenio colectivo o cuando el periodo inactivo de la guardia se considera tiempo de trabajo.


La Eurocámara rechaza la ampliación de la jornada laboral hasta un máximo de 65 horas semanales
El ’no’ gana por mayoría absoluta en el Parlamento Europeo y frena la aprobación de la directiva de tiempo de trabajo pactada por los gobiernos de la UE

Bruselas se ofrece para mediar entre los eurodiputados y los estados miembro

Estrasburgo (Francia). (EFECOM).- El Parlamento Europeo (PE) se opuso por mayoría absoluta a la ampliación de la jornada laboral hasta un máximo de 65 horas semanales y frenó la aprobación de la directiva de tiempo de trabajo pactada por los gobiernos de la UE. Finalmente, las enmiendas introducidas en contra de las 65 horas por el ponente del texto, el español Alejandro Cercas (PSOE), obtuvieron una mayoría holgada, que forzará a los Estados miembros a abrir una negociación con los eurodiputados para sacar adelante la reforma. «Esto no es un contratiempo para los Estados, es una opción para rectificar una decisión equivocada», aseguró Cercas inmediatamente después de la votación.

La Comisión Europea se comprometió a hacer «lo que pueda» para mediar entre la Eurocámara y los países miembros durante el proceso de conciliación que se abrirá a partir de enero para solucionar las divergencias sobre la Directiva de Tiempo de Trabajo.

Por su parte, la presidencia francesa de la UE afirmó que lograr un acuerdo sobre la directiva de tiempo de trabajo es «difícil» pero «posible» a pesar de las fuertes diferencias entre la Eurocámara y los países comunitarios.

El ministro francés de Empleo, Xavier Bertrand, dijo, tras un Consejo de Ministros comunitarios, que «hay margen de trabajo de cuestión de escritura» del texto, y aseguró que «una nueva redacción podría no poner tantos problemas en algunos países».

La postura aprobada por el PE se opone totalmente a los principales puntos pactados por los gobiernos y, en lugar de generalizar la excepción que disfrutan algunos Estados miembros al tope de 48 horas semanales en la jornada laboral, propone su eliminación total en un plazo de tres años.

La cláusula, conocida como «opt-out», fue obtenida por el Reino Unido en la negociación de la directiva en vigor y permite hoy en día que, en caso de acuerdo entre el empresario y el trabajador, éste pueda superar el máximo de horas que fija la legislación.

La intención de los Estados miembros era convertir esa excepción temporal en definitiva, lo que haría que los trabajadores de aquellos países que la aplicasen pudiesen alargar sus jornadas hasta un máximo de 60 o 65 horas semanales, según los casos.

Además, más de 500 de los 785 eurodiputados se opusieron también a las disposiciones que afectaban a los profesionales del sector sanitario, y que pretendían que los periodos inactivos de las guardias médicas -los momentos en los que no se está atendiendo pacientes- dejasen de ser considerados como tiempo de trabajo.

Este punto fue una de las razones que llevaron a los gobiernos a reformar la legislación, pues varias sentencias de la Justicia europea han dictaminado que todas las guardias deben contarse como tiempo trabajado, lo que coloca a muchos países en situación irregular y, según ellos, pone en peligro los sistemas de sanidad.

El «no» del Parlamento a la directiva abrirá a partir de enero un periodo de «conciliación» entre la cámara y los Estados miembros que podría prolongarse hasta ocho semanas con el objetivo de alcanzar un acuerdo. «Vamos a hacer una oferta al Consejo (órgano que representa a los países) que va a ser razonable, una oferta negociada con los sindicatos y los médicos, y el Consejo verá», dijo hoy Cercas.

De no lograrse el acuerdo, la reforma del tiempo de trabajo podría decaer y seguiría en vigor la actual directiva «provisional» aprobada en 1993 por los gobiernos y que la Eurocámara quiere reformar.

En una nota de prensa, la CE advirtió de que «no puede haber cambios en la Directiva a menos que se llegue a un acuerdo entre el Consejo y el Parlamento Europeo».

El comisario europeo de Trabajo, Vladimir Spidla, confió en que los órganos alcancen «una solución que permita alcanzar un acuerdo satisfactorio», y también se mostró «convencido» de que la presidencia de turno checa, que comienza en enero, «tramitará este asunto apropiadamente».


L’Eurocambra vota contra la controvertida directiva de les seixanta-cinc hores

Milers de treballadors es van manifestar ahir a Estrasburg perquè els parlamentaris no l’aprovessin

DIMECRES, 17/12/2008 – 12:10h

Els diputats del Parlament Europeu han votat contra la revisió de la directiva d’horari laboral (pdf), que els ministres de treball de la UE van acordar per allargar la jornada laboral de les quaranta-vuit hores setmanals actuals fins a seixanta-cinc. Han aprovat alguna de les esmenes que s’hi havien presentat i han fet que quedi aturada durant tres mesos, durant els quals s’hauran de conciliar les visions dels parlamentaris, dels governs de la UE i de la Comissió.

Els ministres de treball de la UE van aprovar la directiva a principi de juny i avui esperaven que el europarlamentaris hi donarien el vist-i-plau. Però el resultat final de la votació es preveia incert, perquè hi havia una gran divisió al si de força grups polítics.

La majoria d’eurodiputats belgues, espanyols, grecs, hongaresos, portuguesos, maltesos i xipriotes s’hi oposaven, argumentant que és un retrocés social. Els partidaris (britànics i italians, entre d’altres) deien que el compromís a què van arribar els ministres pot resoldre els problemes de molts països, ara en situació irregular per les llargues hores de feina de sectors com la sanitat.

El debat ha abordat qüestions com ara si els períodes de guàrdia comptaven com a temps laboral, si havia de desaparèixer l’anomenat ’opt-out’ (no-aplicació del màxim de 48 hores setmanals, acordat el 1993 per a acontentar el Regne Unit), i si s’havia d’eliminar el descans obligatori immediatament després d’una guàrdia.

L’eurodiputat Raül Romeva explica que és una directiva ’crucial per al dret laboral’, que no recull pràcticament cap de les propostes que va fer el grup Verds/ALE i quins són els seus principals punts de discordança.

Seixanta-cinc hores, o més

Els ministres de treball de la Unió Europea van aprovar a principi de juny, per majoria qualificada, la nova directiva, amb l’abstenció dels governs belga, espanyol, grec, hongarès, portuguès, maltès i xipriota, perquè van considerar la mesura un retrocés dels drets socials.

Establia que la jornada laboral ha de ser, per norma, de quaranta-vuit hores setmanals a tot estirar, però que es pot allargar fins a les seixanta (seixanta-cinc, en el cas de guàrdies mèdiques), sempre que, a títol individual, ho acordin empresari i treballador. A més, aquest nombre d’hores es podrà superar, si hi ha acord entre els interlocutors socials o si ho estableix el conveni col·lectiu.

De totes maneres, l’empresari haurà d’obtenir el consentiment del treballador per escrit, i la validesa d’aquest consentiment no serà superior a un any. L’acord no pot signar-se en el moment de signar el contracte laboral ni durant les primeres quatre setmanes de feina.

Per a aprovar la directiva van caldre quatre anys de negociacions i sis votacions.


La patronal europea lamenta el rechazo de las 65 horas porque priva a empresas de la «flexibilidad necesaria»

BRUSELAS, 17 (EUROPA PRESS)

La patronal europea BusinessEurope lamentó hoy el rechazo por parte de la Eurocámara de la norma que permite ampliar la jornada laboral hasta 65 horas semanales porque priva a las empresas de la «flexibilidad necesaria» para organizar el tiempo de trabajo.

«El voto del Parlamento Europeo priva a las empresas de la flexibilidad que necesitan sobre tiempo de trabajo. Los trabadores que quieren ganar más trabajando más tiempo no estarán autorizados a hacerlo», criticó el director general de BusinessEurope, Philippe de Buck, en un comunicado.

De Buck pidió que en las negociaciones que comenzarán ahora entre la Eurocámara y los Veintisiete para tratar de llegar a un acuerdo sobre la norma «se considere la competitividad de la economía europea como la prioridad esencial».

Las empresas europeas están especialmente preocupadas por la decisión del Parlamento de suprimir en tres años las excepciones (’opt-out’) a la jornada laboral de 48 horas. «Este es un instrumento importante para las empresas a la hora de abordar las fluctuaciones en la demanda», señaló BusinessEurope.

También alertó de que clasificar todo el tiempo de guardia —incluyendo la parte inactiva— como tiempo de trabajo «tendrá un efecto negativo en el sector privado y pondrá en riesgo la prestación eficaz de servicios públicos en toda la UE, especialmente en el sector sanitario».

Por su parte, la asociación de cámaras de comercio europeas, Eurochambres, calificó el voto de la Eurocámara de «catastrófico» para las empresas comunitarias.

«Estamos muy decepcionados por la posición adoptada por el Parlamento, y por su incapacidad para comprender los graves efectos que tendrá esta votación en la economía europea, en un momento en el que ya está siendo duramente afectada por la crisis económica», dijo.


Fuente: Kaos