A día de hoy, los datos de contagios y/o probables positivos en Correos son claramente relevantes elevándose por encima de 800 a nivel nacional, según los datos facilitados por la propia empresa, convirtiéndose en la segunda profesión con más casos, por detrás del personal sanitario, y con una probabilidad de contagio siete veces mayor a la de cualquier ciudadano.
Los equipos de protección llegaron con un retraso de 7-10 días, y durante
este tiempo Correos obligó a los trabajadores a repartir desprotegidos,
bajo las amenazas directas de expediente y sanción, arriesgando su salud y
la de todos los ciudadanos por anteponer los intereses empresariales a los
principios básicos de Salud Pública.
Actualmente las medidas de protección en cuanto a cuarentenas y
protocolos de limpieza siguen siendo insuficientes, sin contemplarse ni la
Los equipos de protección llegaron con un retraso de 7-10 días, y durante
este tiempo Correos obligó a los trabajadores a repartir desprotegidos,
bajo las amenazas directas de expediente y sanción, arriesgando su salud y
la de todos los ciudadanos por anteponer los intereses empresariales a los
principios básicos de Salud Pública.
Actualmente las medidas de protección en cuanto a cuarentenas y
protocolos de limpieza siguen siendo insuficientes, sin contemplarse ni la
ventilación de los locales ni la desinfección de espacios y equipos
comunes. El papel de Correos en cuanto a la difusión del virus a nivel
nacional no ha sido reconocido ni evaluado a lo largo de estas semanas.
¿Por qué no se ha puesto Correos al servicio del Estado y ha mantenido
su actividad prácticamente como si no pasara nada?
Los primeros días tras decretarse el estado de alarma se seguían
repartiendo los mismos productos que a lo largo del año, es decir, cartas
de entidades bancarias, de compañías eléctricas, paquetería urgente de
Amazon u otros clientes de venta online, etc. No existía ningún criterio
establecido en cuanto a las prioridades de los envíos para los ciudadanos.
La empresa desde el principio ha tenido un objetivo claro: No parar en
ningún momento y trabajar el mayor número de productos posibles
aumentando de este modo exponencialmente el riesgo de transmisión a
todos los ciudadanos. Correos no ha sabido ni querido identificar las
necesidades de la sociedad a tiempo evitando definir cuál era el servicio
esencial que debía prestar en estos momentos.
Tras el recrudecimiento de las medidas de confinamiento del pasado 29
de marzo que conllevaba el cese de toda actividad no esencial, el Real
Decreto que catalogaba cuáles sí lo son, establecía la labor de los carteros
como tal al definir la prestación del Servicio Postal Universal como
esencial para la ciudadanía.
La problemática continúa ya que dicho Real Decreto no determinaba los
contenidos necesarios para el ciudadano, sino los productos que Correos
iba a trabajar. De este modo seguía figurando como servicio esencial el
reparto de cartas de entidades bancarias y eléctricas, otras que presentan
facturas en su interior o la paquetería no prioritaria procedente de China;
y además se agravaba la situación debido al aumento de productos a
repartir ya que se añadieron periódicos, suscripciones a revistas y
notificaciones (muchas fuera de plazo administrativo) de procesos
paralizados al decretarse el Estado de Alarma.
Correos y la venta online
El Gobierno igualmente considera esencial la venta online en el Real
Decreto sin determinar el contenido ni definir restricciones para las
páginas web. Mientras, Correos espera poder ampararse a este Real
Decreto para volver a repartir la paquetería urgente que de momento ha
dejado de llevar, ya que es un volumen de negocio que ve como se le
escapa de las manos estos días.
La prestación del servicio sigue suponiendo un grave riesgo de contagio
para toda la sociedad, porque todos esos envíos los tiene que transportar
alguien y llevarlos hasta las puertas de las casas, o generan un aviso en el
buzón de los ciudadanos favoreciendo la rotura del confinamiento para
acudir a las oficinas a recoger estos envíos antes de que caduquen y sean
devueltos al remitente, lo cual podría tener una fácil solución alargando
los plazos habituales.
Correos y los medios de comunicación
Correos desde el principio ha intentado lavar su imagen trasladando a los
medios su campaña de reparto de comida a los médicos de los hospitales
desde marzo y alimentos a mayores de 65 años a través de voluntarios a
partir del 16 de abril. El reparto de medicamentos sigue sin estar definido
ni puesto en marcha por la empresa a día de hoy y el reparto de
mascarillas suministradas por el gobierno para los transportistas de
empresas distribuidoras, iniciado la semana pasada, es la única iniciativa
que a día de hoy se lleva a cabo dentro de la jornada laboral .
Mientras, desde CGT se inició una campaña de denuncia en los medios de
comunicación de la insuficiencia de medidas tomadas que fue objeto de
censura, y en paralelo Correos potenciaba su campaña en prensa escrita,
televisión y redes de nuevo.
Hablar de Correos en el contexto de la situación que estamos atravesando
no puede hacerse de manera fragmentada y debe ser entendido desde el
conjunto del funcionamiento de la empresa. Correos posee una red de
comunicación esencial para la conexión y cohesión del país, pensada para
llevar cualquier envío de punta a punta de España en un plazo de tres días.
Un servicio público necesario para la ciudadanía cuando se le dota del
contenido adecuado en una situación de alarma como la que estamos
viviendo.
La estructura de esta red tiene a Madrid como pieza clave por donde
pasan los envíos nacionales e internacionales para todo el país. La
dramática situación que está viviendo la capital estas semanas determina
el riesgo que juega la empresa pública y todos sus trabajadores dentro del
control epidemiológico a nivel estatal.
Desde aquí apelamos al Presidente de Correos y al Gobierno a que realice una gestión responsable de nuestra empresa que se adecue a las necesidades de la sociedad, velando por la salud de sus trabajadores y del conjunto de la población.
CGT-Correos Zaragoza
Zaragoza, 16 de abril de 2020
Fuente: CGT-Correos Zaragoza