Los más de 500 inmigrantes encerrados en diversas iglesias, universidades y polideportivos de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet para reivindicar cambios en la Ley de Extranjería acabaron ayer su reclusión. Una manifestación que partió del polideportivo de Sant Medir y acabó en Hostafrancs cerró un fin de semana de reivindicaciones que incluyó una huelga de hambre de varios de los encerrados, que esperan ahora una respuesta del Gobierno a sus peticiones.

Los más de 500 inmigrantes encerrados en diversas iglesias, universidades y polideportivos de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet para reivindicar cambios en la Ley de Extranjería acabaron ayer su reclusión. Una manifestación que partió del polideportivo de Sant Medir y acabó en Hostafrancs cerró un fin de semana de reivindicaciones que incluyó una huelga de hambre de varios de los encerrados, que esperan ahora una respuesta del Gobierno a sus peticiones.

Un total de 450 de los inmigrantes que participaron en el encierro se encontraban en huelga de hambre desde el viernes por la noche. El prolongado ayuno causó que tres inmigrantes de nacionalidad bengalí que compartían el encierro con sus compañeros en el polideportivo de Sant Medir, lugar donde permanecían la mayoría de los encerrados, necesitaran asistencia médica a causa de la debilidad causada por la falta de alimentación.

«Los inmigrantes que nos encerramos y realizamos una huelga de hambre no lo hacemos por gusto ni para chantajear a nadie, lo hacemos por auténtica y humana desesperación. Lo que hace el reglamento es permitir despidos y fomentar las mafias», afirmó un portavoz.

Como colofón del encierro se convocó una asamblea en el mismo polideportivo, que albergaba a unas 300 personas, para hacer un balance del fin de semana de reivindicación. «El apoyo social que hemos recibido nos demuestra que hemos cumplido uno de nuestros objetivos principales, el de sensibilizar a la gente ante la injusta Ley de Extranjería», afirmó una portavoz. La asamblea terminó con una manifestación formada por unos 300 inmigrantes que a grito de «papeles para todos» llegó hasta Hostafrancs y se disolvió a las 19 horas sin causar altercados.

El colectivo inmigrante espera que en los próximos días «el Gobierno, que de momento no ha contactado con nosotros y al que hemos solicitado una reunión, responda a nuestras peticiones».

Una integrante de la asamblea por la regularización sin condiciones afirmó que «es fundamental que la actitud del Gobierno respecto a la Ley de Extranjería cambie para dar una oportunidad a todos los inmigrantes.»

«Si no obtuviésemos respuesta a las demandas planteadas, los inmigrantes estamos dispuestos a volver a luchar, a encerrarnos e iniciar una huelga de hambre, pero esta vez de carácter indefinido. El inicio de esta nueva protesta está previsto para el 2 de abril, coincidiendo con una jornada de lucha europea contra el racismo y la discriminación.»

IRENE ORCE – Barcelona
EL PAÍS – 14-03-2005