El Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil ha reanudado en las últimas semanas la toma de haciendas como una forma de presionar al gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva para que avance en el cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Reforma Agraria (PNRA) que prevé el asentamiento de 400.000 campesinos sin tierra durante su mandato.
El total de las ocupaciones que se iniciaron el 23 de marzo suman 28 e involucran a 7.442 familias que se tomaron predios en los estados de Sao Paulo, Pernambuco, Minas Gerais, Río de Janeiro, Espíritu Santo, Paraiba, Mato Grosso do Sul, Bahía, Riachao da Neves, Río Grande do Sul, Ceará, Alagoas y Piauí.
El MST informó que las movilizaciones continuarán en abril pues éste es un mes simbólico en la lucha por la tierra ya que «está marcado por muchas manifestaciones desde que el 17 de abril de 1996, 19 trabajadores rurales fueron asesinados en el Municipio de Eldorado do Carajás», estado de Pará. Esta fecha ha sido adoptada por el movimiento campesino latinoamericano como el Día Internacional de la Lucha por la Tierra.
La intensificación de las tomas de haciendas se originan en el convencimiento de que solo la movilización del pueblo traerá los cambios necesarios, señalaron dirigentes del MST, que, sin embargo descartaron que haya un rompimiento o una ofensiva contra el gobierno de Lula. «Luchamos contra el latifundio y contra la absurda desigualdad social de Brasil. En relación al gobierno, confiamos y presionamos para que cumpla su promesa de asentar 400 mil sin tierra durante este mandato», explicó Joao Pedro Stedile, integrante de la dirección nacional del MST.
Joao Paulo Rodrigues, otro miembro de la coordinación nacional de este Movimiento, dijo que el MST sigue confiando en el gobierno, pero que está preocupado pues el Movimiento contabilizó, en los últimos 15 meses, el asentamiento de apenas 25 mil familias. Rodríguez acotó que, según datos del gobierno federal, en lo que va del presente año fueron asentadas 4 mil familias. La meta del PNRA es el asentamiento de 47.000 familias en el primer semestre de este año, agregó.
Las acciones del MST han ocupado la atención pública en los últimos días. El dirigente de este Movimiento, Joao Pedro Stedile, fue convocado el pasado 1 de abril a la Comisión Parlamentaria Mixta de la Tierra del Congreso para que explique la situación de la reforma agraria y de los conflictos.
En su comparecencia, Stedile acusó a la gran prensa y a la derecha de manipular sus declaraciones en las que llamó a los movimientos sociales a promover un «abril rojo», sacándolas fuera de contexto a fin de que se le atribuya al MST un carácter criminoso. Con «abril rojo» quiero decir que vamos a tener que recuperar nuestras banderas rojas y construir un gran movilización contra el desempleo, afirmó.
Los terratenientes agrupados en Unión Democrática Ruralista advirtieron que demandarán a los dirigentes del MST por «incitar a una avalancha de delitos en todo el país», agregando que deberán responder «a un proceso por delito contra la seguridad nacional».
Por el contrario, el senador de izquierda Eduardo Suplicy recordó que intelectuales como Darcy Ribeiro y Celso Furtado destacaron la «extraordinaria relevancia» del MST en el combate a la pobreza y a las desigualdades sociales del país. En opinión de Suplicy, la causa del MST ganaría mayor respaldo de la población brasileña con movilizaciones pacíficas, como la marcha a Brasilia, realizada en 1997. Suplicy dijo además que las tomas de tierras del MST sirven para demostrar cómo la tierra es utilizada en contra del interés social en Brasil. Finalmente, el senador recordó que el MST, por su actuación, fue premiado como uno de los movimientos sociales de mayor importancia en el mundo.
Redacción de ALAI, América Latina en Movimiento