El juez de instrucción número 1 de Elche, que investiga la muerte del inmigrante nigeriano Osamuyia Akpitaye, ocurrida el pasado 9 de junio cuando era deportado en avión a su país, ha imputado a los dos policías que le custodiaban en el momento de su muerte un delito de homicidio imprudente.
Según ha informado el abogado de la familia de la víctima, Pedro Víctor de Bernarda, los agentes han quedado en libertad sin que el juez haya adoptado medidas cautelares, después de permanecer cinco horas declarando en el juzgado.
De Bernarda ha manifestado a la salida del juzgado su disconformidad «tanto con la imputación como que no se haya adoptado ninguna medida cautelar».
El abogado ha explicado que ambos agentes admitieron que pusieron una cinta adhesiva al inmigrante, aunque arguyeron que no le ocluía la boca, «para impedir que él mismo se mordiera la lengua y para evitar que agrediera a un tercero».
Esta declaración, según ha señalado el letrado, se contradice con el informe de la autopsia que dice que murió «de forma violenta, por asfixia, sofocación y falta de oxígeno».
Al juzgado han acudido también los familiares del fallecido, así como cónsul de Nigeria, Wale Oloko, un representante de la embajada, Haruma Ginsau, y el presidente de la Comunidad nigeriana en España, Andrew Iduh.
Uno de los hermanos de Osamuyi, Chester Akpitaye, indicó a la salida del juzgado que la familia va a «seguir luchando hasta que se haga justicia».
Fuente: AGENCIAS