Crónica La vida de los sin papeles

El matarife de un matadero lucense sufrió un grave accidente laboral pero en la empresa le negaron medios de asistencia y le pidieron que en el hospital no dijese donde trabajaba Xosé Carreira redacción | lugo

Crónica La vida de los sin papeles

El matarife de un matadero lucense sufrió un grave accidente laboral pero en la empresa le negaron medios de asistencia y le pidieron que en el hospital no dijese donde trabajaba
Xosé Carreira redacción | lugo

No quiso revelar su nombre ni tampoco el de la empresa para la que trabajaba por temor a no volver a encontrar un nuevo puesto. Pidió, incluso, que no se le hicieran fotos de rostro completo. Un inmigrante de 31 años, de origen colombiano, que llegó a España en el 2001, se decidió a dar a conocer la vejatoria situación a la que fue sometido por su patrón tras haber sufrido un accidente laboral en un matadero lucense en el que hasta mediados de este mes desempeñaba su trabajo como matarife.

El sin papeles recurrió inicialmente al Centro de Información para Trabajadores Extranjeros de Comisiones Obreras, sindicato que le asesora y que, además, ya presentó demandas contra el responsable de la industria cárnica.

« El jefe no quiso que viniese a recogerme una ambulancia después de haber sufrido un accidente laboral. Además, me pidieron que no dijese, en nin-gún momento, donde trabajaba », relató este trabajador, que se encuentra en situación irregular en España.

El suceso ocurrió el 12 de agosto. El empleado, al que le asignaron la labor de matarife, recibió -según su versión- una cuchillada en una mejilla e, incluso, en el labio superior. Según contó, la vaca a la que iba a sacrifcar no estaba lo suficientemente anestesiada (labor de la que se encargaba otro inmigrante), se revolvió con la cabeza e hizo que el trabajador colombiano recibiese el impacto del arma blanca. Le tuvieron que aplicar 24 puntos de sutura.

« Como me negaron la ambulan-cia, fue un compañero mío el que me trasladó al hospital. Conté a los médicos que me había caído y que la herida me la produje con un cristal, pero no se lo creyeron », relató. A las pocas horas la policía apareció en su casa para hacer indagaciones y no tuvo más remedio que contar la verdad. A partir de ese momento el empresario fue denunciado.