En aquellas condiciones, sabíamos que si se producía un incendio el fuego se propagaría muy deprisa y habría muchos obstáculos para escapar. Aunque la seguridad del Windsor era precaria, ante la benevolencia de la Inspección de Trabajo, no sólo la propiedad estuvo tranquila, IBM también

En 1998 un grupo de trabajadores de IBM fue trasladado al Windsor, inmueble de oficinas de 27 plantas de 1000 m2 por planta, en cada una de las cuales podían trabajar unas 100 personas como de hecho ocurría en las nuestras.

Los Delegados de Prevención (DP’s) comenzaron la evaluación de las condiciones de seguridad del edificio partiendo de la Norma Básica de Edificación - Protección Contra Incendios vigente.

En aquellas condiciones, sabíamos que si se producía un incendio el fuego se propagaría muy deprisa y habría muchos obstáculos para escapar. Aunque la seguridad del Windsor era precaria, ante la benevolencia de la Inspección de Trabajo, no sólo la propiedad estuvo tranquila, IBM también

En 1998 un grupo de trabajadores de IBM fue trasladado al Windsor, inmueble de oficinas de 27 plantas de 1000 m2 por planta, en cada una de las cuales podían trabajar unas 100 personas como de hecho ocurría en las nuestras.

Los Delegados de Prevención (DP’s) comenzaron la evaluación de las condiciones de seguridad del edificio partiendo de la Norma Básica de Edificación – Protección Contra Incendios vigente.

Al estudiar el edificio encontraron tantas infracciones a la norma que fueron pasando de la sorpresa a la preocupación para terminar realmente asustados ante posibilidad de que se produjera un incendio o cualquier tipo de amenaza que precisara una evacuación de emergencia.

De puertas para dentro el edificio estaba francamente abandonado en materia de seguridad. Disponía (teóricamente) de dos vías de evacuación, una exterior con graves defectos de diseño que habrían impedido una evacuación eficaz en caso de necesidad, y otra interior que no cumplía los requisitos necesarios para ser calificada como tal.

Por citar algunos ejemplos de las infracciones de seguridad descubiertas :

Bastantes puertas de salida de planta abrían en sentido contrario a la evacuación, la escalera interior no constituía sector independiente de incendios por falta de estanqueidad, carecía de ventilación y dentro de los vestíbulos de seguridad de la misma se habían construido armarios para almacenar los productos de limpieza (papel higiénico junto a líquidos inflamables), las rejillas de ventilación estaban tapadas por dichos armarios-almacén, los sistemas de alarma y primera intervención (detectores, extintores y mangueras) precisaban mantenimiento y la Cartería de un edificio compartido por 15 empresas, con todos su carros, paquetes y demás obstáculos, se había instalado en medio del recorrido de evacuación.

De todo ello se derivaba un alto riesgo de propagación de incendios y de dificultad en la evacuación. Más aún sabiendo que cuando llegaron hacía varios años que no se practicaban simulacros y que el último duró una hora y media.

Ante esta situación, los DP’s tomaron pruebas de las deficiencias observadas y redactaron un informe detallado que presentaron en la Inspección de Trabajo con fecha 23 de Abril de 1999.

Hasta enero de 2000 no hubo noticias de la Inspección sobre la denuncia. En esa fecha el Inspector de Trabajo y Seguridad Social, D. César Carpallo Rodríguez citó a la empresa IBM GS y a los Delegados de Prevención demandantes. En aquella reunión el inspector pretendió resolver el problema “aconsejando” a IBM GS cumplir con las obligaciones de seguridad dentro de sus locales y dejar tranquila, por expresarlo de algún modo, a la propiedad del edificio.

Como a los DP’s les pareciera que tal ”consejo” quedaba muy lejos de resolver el problema de seguridad denunciado, insistieron en que se debía realizar visita al edificio para comprobar la gravedad de los riesgos detectados y requerir la puesta en práctica de las medidas de prevención exigidas por la ley.

En un cajón de la mesa del inspector durmió nuestra denuncia durante tres años, al cabo de los cuales ambos, inspector y denuncia despertaron -y queremos ser mal pensados- ayudados por el ruido que produjo el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. El 7 de Marzo de 2002 el inspector emitió informe para justificar que “La denuncia no fue archivada en su momento por haber quedado traspapelada al proseguirse las actuaciones con la Empresa “ASON INMOBILIARIA DE ARRIENDOS, S.A., propietaria del edificio…….”

Cuando en agosto de 2002 IBM dejó Windsor, es decir, tres años después de detectar y denunciar los riesgos comentados, el único cambio efectuado, en materia de seguridad, fue la instalación, durante ese mismo verano, de unos tornos de control de acceso en el vestíbulo pero ni se había mejorado el alumbrado, ni la señalización, ni la estanqueidad del recinto de la escalera de emergencia.

En aquellas condiciones, sabíamos que si se producía un incendio el fuego se propagaría muy deprisa y habría muchos obstáculos para escapar.
Aunque la seguridad del Windsor era precaria, ante la benevolencia de la Inspección de Trabajo, no sólo la propiedad estuvo tranquila, IBM también.

Ahora, al ver arder el Windsor y después de aquella experiencia, los que conocimos los entresijos del edificio y avisamos de su situación sin obtener respuesta, sentimos, además de alivio por la ausencia de víctimas, no solo sólo impotencia que también, sino además y sobre todo miedo, miedo porque cada vez parece más fácil que una de estas catástrofes nos pueda ocurrir a nosotros.

Y es que en el Centro de Santa Hortensia también está detectado, desde hace 2 años, un RIESGO GRAVE DE PROPAGACION DE INCENDIOS por defectos estructurales del edificio (ya denunciado a la Inspección de Trabajo). Desde entonces venimos reclamando en el Comité de Seguridad y Salud que se hagan las obras necesarias para eliminarlo sin que la empresa haya solucionado todavía el problema.

En reunión del Comité de Seguridad y Salud celebrada hoy, por fin nos han comentado que la empresa se ha puesto como objetivo solucionarlo dentro de este año.

La seguridad es importante y la prevención de riesgos también. Exigimos su cumplimiento y lo hacemos reproduciendo las palabras del propio Fiscal General del Estado, pronunciadas el pasado 22-10-2004 en Oviedo : “El lugar de trabajo no puede ser un centro de riesgo en el que sólo sobrevivimos si la suerte nos acompaña”.

Comités de Empresa de IBM e IGS de Madrid
Madrid, 4 de Marzo de 2005


Par : caes