CÁDIZ.- Carmen Soria, una vecina de la localidad gaditana de Villamartín de 42 años, ha muerto a manos de su ex compañero sentimental tras presentar una denuncia contra él. El agresor, que tenía una orden de alejamiento desde el pasado mes de junio, la degolló y tras avisar al hijo de ambos del crimen, intentó suicidarse.

CÁDIZ.- Carmen Soria, una vecina de la localidad gaditana de Villamartín de 42 años, ha muerto a manos de su ex compañero sentimental tras presentar una denuncia contra él. El agresor, que tenía una orden de alejamiento desde el pasado mes de junio, la degolló y tras avisar al hijo de ambos del crimen, intentó suicidarse.

Fuentes de la Policía Local de Villamartín, informaron que la mujer había presentado esa denuncia por malos tratos a mediados del mes de junio en el juzgado de Arcos de la Frontera (Cádiz) y que el hombre tenía una orden de alejamiento, aunque hasta ayer no había presentado ninguna denuncia ante la Policía Local del municipio.

Se decidió a hacerlo sobre las 14.30 horas de la pasada tarde ante la Guardia Civil por las continuas amenazas e insultos de su ex pareja. Los agentes, entonces, comenzaron a buscar a Jesús Pérez Lugo en su vivienda y alrededores pero no lo encontraron.

Cinco horas más tarde, otra llamada alertaba de la tragedia. Un hijo de la pareja, separada hace dos meses, comunicaba a la Guardia Civil que su padre le había contado por teléfono que había asesinado a su madre en los alrededores del Arroyo de Alperdrite y que iba a suicidarse.

Los agentes se trasladaron de inmediato al lugar y durante el rastreo localizaron el cadáver de la mujer a unos 500 metros del arroyo, con un profundo corte en el cuello. Poco después, hallaron al agresor, en el suelo y con heridas similares, por que se procedió a su traslado en ambulancia a un centro sanitario de la localidad.

De nuevo, una muerte anunciada

El crimen ha sepultado a la familia en un intenso dolor, un sentimiento que temían sufrir desde hace tiempo. Encarnación, hermana de la víctima, ha relatado que ella misma había presenciado varias veces las agresiones a su hermana y que este desenlace «se veía venir» porque aunque llevaban más de dos meses separados, el agresor «había amenazado de muerte incluso a sus amigas». «Le teníamos miedo -cuenta Encarnación Soria- porque decía que la iba a matar y después iba a alegar que estaba loco.

La coordinadora del Centro Provincial de la Mujer de la Junta de Andalucía, Dolores Virués, explicó que la víctima no había presentado ninguna denuncia en el Centro de Información de la Mujer de Villamartín, algo «inexplicable», en su opinión, puesto que había acudido varias veces al centro «pero no había pedido ayuda de ningún tipo en este sentido y se la podíamos haber ofrecido».