El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha emplazado a los agentes sociales a cerrar la próxima semana la reforma de la negociación colectiva, pues lo referente a las mutuas y al absentismo laboral irá incluido como enmienda al proyecto de ley de reforma de las pensiones y para ello el plazo vence el 6 de junio.

RTVE.es / AGENCIAS - MADRID 25.05.2011

De esta forma, el Gobierno podría aprobar la reforma del sistema de convenios en el Consejo de Ministros del viernes 3 de junio,
lo que marca una nueva fecha a los agentes sociales, que debían haber
cerrado un acuerdo el 19 de marzo, según recogía la ley de reforma
laboral, aunque el pacto se ha ido posponiendo, primero hasta abril y
luego hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del
pasado domingo.

De esta forma, el Gobierno podría aprobar la reforma del sistema de convenios en el Consejo de Ministros del viernes 3 de junio,
lo que marca una nueva fecha a los agentes sociales, que debían haber
cerrado un acuerdo el 19 de marzo, según recogía la ley de reforma
laboral, aunque el pacto se ha ido posponiendo, primero hasta abril y
luego hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del
pasado domingo.

«No creo que sea posible alargarlo mucho más», ha comentado Gómez en
declaraciones a los medios antes de presentar un seminario sobre empleo
organizado por la Fundación Ortega-Marañón.

«Debe terminar la
semana próxima y no habrá más tiempo, porque finaliza el plazo de
enmiendas a la reforma de las pensiones», ha insistido el ministro, que
se mostró optimista con la posibilidad de que sindicatos y patronal
finalicen el proceso negociador «con éxito» en el mencionado plazo.

Escollos en la negociación

Aunque
el Gobierno siempre ha señalado que la nueva legislación debe contar
con el consenso de sindicatos y patronal para ser efectiva, como
argumento fundamental para aplazar el acuerdo, ahora el titular de
Trabajo ha vuelto a fijar una fecha concreta, lo que representa un ultimátum para los agentes sociales tras los escollos de los últimos días.

Las dificultades pasan sobre todo por las reticencias de varias de las organizaciones empresariales
que confirman la CEOE a aceptar el preacuerdo que el presidente, Juan
Rosell, ha consensuado con los sindicatos UGT y CC.OO., lo que llevó al
Comité Ejecutivo de la patronal a pedirle un endurecimiento de su
postura la semana pasada.

Este mismo miércoles, la Junta Directiva -que tiene capacidad de decisión y no solo consultiva- ha respaldado la posición de Rosell para que siga negociando, pese a que varias voces discordantes se han mostrado en contra de un pacto.

Este
martes, Rosell se reunía con los líderes sindicales, Cándido Méndez e
Ignacio Fernández Toxo, para evaluar el estado de la negociación, en un
intento de salvar ese preacuerdo. Sin embargo, los sindicatos ya han advertido de que no aceptarán una marcha atrás
en las materias en las que se han logrado avances, por lo que si la
patronal finalmente endurece su posición, el Gobierno podría verse
obligado a legislar la reforma sin un consenso entre los agentes
sociales.