El Gobierno polaco prepara un proyecto de ley, que estará listo en un mes, para perseguir a todo el que propugne o hable sobre homosexualidad en escuelas, universidades y cualquier otra institución académica, lo que, de llevarse adelante, atentaría contra la libertad de expresión y el derecho al libre acceso a la información por parte de los ciudadanos, entre otros derechos humanos. La UE y Human Rights Watch se han puesto en guardia.
El proyecto está siendo elaborado por el ministro de Educación, Roman Giertych, a su vez viceprimer ministro y dirigente de la Liga de las Familias Polacas, uno de los tres partidos que forman la coalición de Gobierno (los otros dos son Ley y Justicia, de los hermanos Lech y Jaroslaw Kaczynski, presidente y primer ministro de Polonia, respectivamente, y Autodefensa, de origen agrario).
El proyecto ha desencadenado la polémica en Polonia -y no sólo entre las organizaciones de gays y lesbianas-, y la preocupación en la Unión Europea. Y es que al intento de perseguir la homosexualidad se unen otras iniciativas, entre las cuales destaca la Ley de Lustración, que obliga a cientos de miles de personas a confesar si colaboraron con la policía política del régimen comunista desaparecido hace 17 años (profesores, directivos de empresas públicas, periodistas, funcionarios y abogados).
Las legaciones diplomáticas de la UE en Varsovia observan escrupulosamente los movimientos del Gobierno polaco y están a la espera de conocer el contenido del proyecto para tomar alguna iniciativa, según fuentes diplomáticas. Pero la organización Human Rights Watch (HRW) ya ha dirigido una carta al primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, en la que asegura que «la legislación crearía un clima de intolerancia y amenazaría los derechos civiles y políticos de los educadores polacos y de gays y lesbianas en las escuelas, especialmente de los jóvenes».
La organización pro derechos humanos apela al primer ministro Kaczynski para que «se asegure de que los derechos humanos son totalmente protegidos y respetados en las escuelas, impida la censura académica, se disocie de la retórica que propaga el odio y promueva la igualdad sin tener en cuenta la orientación sexual ni la identidad de género».
El contenido del proyecto de ley no se conoce aún, pero sí se sabe que tiene como objetivo que en las escuelas, universidades y otras instituciones académicas no se pueda hablar sobre homosexualidad.
El viceministro de Educación, Marek Orzechowski, destapó la caja de los truenos cuando el pasado día 13 declaró que la ley en proceso de gestación tiene como fin «castigar a cualquiera que promueva la homosexualidad o cualquier otra desviación de naturaleza sexual en los centros educativos». Dos días después, el día 15, insistió en que «los profesores que revelen su homosexualidad serán despedidos de sus trabajos». Orzechowski dijo ayer que sus palabras fueron mal interpretadas.
Pero HRW advierte a Kaczynski que profesores, directores de colegios y estudiantes defensores de los derechos humanos que violen la ley se enfrentarán al despido, a multas y penas de cárcel. La censura impedirá a los estudiantes recibir información que puede salvarles la vida.
Fuente: A.A.H. (El País)