El Consejo de Ministros debate hoy el borrador del decreto que paralizará el calendario de aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE). Este real decreto impedirá que se apliquen el próximo curso medidas como la separación de alumnos en itinerarios en 3º de la ESO, la obligación de estudiar religión católica o hecho religioso de los 6 a los 17 años, así como la implantación de la reválida al final del bachillerato, que estaba prevista para el curso 2005-2006. Zapatero prometió aprobar en el segundo Consejo de Ministros una comisión para debatir la norma. El presidente del Gobierno se comprometió además en su investidura a incrementar las becas.
El debate que el Gobierno abrirá, en el que participarán las comunidades autónomas y los agentes sociales y educativos, girará presumiblemente en torno a siete ejes : el carácter educativo de la educación infantil ; las subvenciones mediante conciertos de la educación infantil ; los itinerarios en la ESO y las alternativas a ellos ; el estudio de la religión en la escuela ; los criterios de admisión de alumnos en los centros públicos y privados concertados ; el acceso a la Universidad y la prueba de reválida, y el equilibrio de la escuela pública y concertada.
Entre las posturas defendidas por el PSOE sobre estas cuestiones destacan el otorgar a la educación infantil exclusivamente carácter educativo (y no asistencial, como le da la Ley de Calidad) ; el equilibrio en la admisión de alumnos con necesidades educativas especiales (como los inmigrantes) entre los centros públicos y concertados. También destaca el establecimiento de una única prueba para el acceso a la Universidad (y no la reválida más pruebas por centros, como establece la LOCE), que no sería necesario realizar ni para obtener el título de bachiller ni para acceder a la FP de grado superior (como dice la Ley de Calidad).
La paralización de la LOCE será previsiblemente de dos años. El objetivo es establecer un calendario de trabajo en tres tiempos. El primero acabaría a finales de mayo o principios de junio, plazo en el que se debatirá el borrador de la paralización en el Consejo Escolar del Estado y el Consejo de Estado.
El segundo tiempo duraría seis meses, de junio a diciembre. En este periodo se empezaría el debate y la negociación de la nueva ley, lo que supone desde plantear una nueva filosofía hasta concretar cada medida que se quiera introducir. Es decir, la idea sería tener para entonces listo el nuevo sistema educativo.
A la vez se empezaría a trabajar en la elaboración de los nuevos contenidos mínimos (los que establece el Gobierno para toda España, que representan el 65% en las comunidades con una lengua y el 55% en las que tienen dos), que no se variarían hasta que no estuviera aprobada la nueva ley. También se iniciarían en esos meses medidas propuestas por Zapatero, como inversiones en la educación pública, centros bilingües y ordenadores en las aulas.
El tercer tiempo de las novedades educativas del PSOE comenzaría en enero de 2005 con la tramitación parlamentaria y aprobación de la ley, que podría estar lista en mayo o junio. De esta forma, daría tiempo, antes del siguiente curso académico, cambiar las normas introducidas por la LOCE que ya se han empezado a aplicar este curso (como el aumento de las repeticiones de curso permitidas) [ver gráfico], y que no se pueden parar con el cambio del decreto de calendario. Sólo se pueden cambiar una vez que se haya modificado la ley orgánica.
Una vez aprobada la ley, las comunidades tendrían que desarrollar la parte que les corresponda. Por lo tanto, el cambio de los currículos en los colegios e institutos y, con ellos, la necesidad de nuevos libros de texto, se producirá presumiblemente en el curso 2006-2007.
SUSANA PÉREZ DE PABLOS
EL PAÍS
