Este es el clásico caso de disparar al mensajero. En Copenhague no gustó un mensaje que sacaba colores a los políticos, y tampoco que los activistas de Greenpeace lo proclamaran en medio de testas coronadas y jefes de Estado. ¿Cómo lograron los mensajeros colarse en el banquete de la Cumbre del Clima de 2009? “Buenas, soy el Jefe de Estado de la Madre Tierra y ésta es mi esposa". “Pasen, pasen”.
En diciembre
de 2009, Juan López de Uralde –a la sazón director ejecutivo de
Greenpeace España y mi predecesor—, y otros once activistas fueron
encarcelados de forma “preventiva” por poner en evidencia el lamentable espectáculo dado por los mandatarios mundiales,
cuya falta de liderazgo terminó en el fracaso la cumbre, ante la
indignación de la opinión pública internacional.
En diciembre
de 2009, Juan López de Uralde –a la sazón director ejecutivo de
Greenpeace España y mi predecesor—, y otros once activistas fueron
encarcelados de forma “preventiva” por poner en evidencia el lamentable espectáculo dado por los mandatarios mundiales,
cuya falta de liderazgo terminó en el fracaso la cumbre, ante la
indignación de la opinión pública internacional.
Por si no fuera
suficiente castigo para un acto de protesta pacífica, más de un
año después de la cumbre fallida, el fiscal del caso pide un año de
prisión por allanamiento de morada y dos por falsificación de documento.
Los
activistas de Greenpeace siempre han asumido los costes de sus
valientes protestas y nunca han eludido la justicia. Pero en este caso, ésta nada tiene de equilibrada ni de justa.
A los cargos de allanamiento
de morada, falsificación de documentos y suplantación de funcionario
público, se añade el agravante de la presencia de la reina, que
se ha desempolvado de algún armario donde estaba olvidado desde 1934.
Esto pone de manifiesto la saña con que se quiere perseguir a los
mensajeros. Y sin embargo, la protesta nada tuvo que ver con la reina;
se habría hecho igual en un centro de convenciones si ése hubiera sido
el caso.
¿Dónde está el fiscal para presentar cargos,
aunque sea con la mitad de ahínco, contra los políticos que asisten
pasivamente al deterioro del clima? Los políticos hablan, se reúnen y acuden a cenas de gala… los líderes actúan.
Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España