La clase neoliberal de Sofía está ahora empeñada en criminalizar e intimidar a la disidencia, presentando a los que potestan y disienten como una "amenaza a la seguridad nacional".

La clase neoliberal de Sofía está ahora empeñada en criminalizar e intimidar a la disidencia, presentando a los que potestan y disienten como una «amenaza a la seguridad nacional».

El ejemplo más chocante de este nuevo ataque contra la libertad es el encarcelamiento de una anarquista de 20 años a mediados de julio. La élite política de Bulgaria, con el rey ahora coronado como Primer Ministro Simeón II al frente, es una fiel aliada de Washington y de la OTAN. Como sirviente de la administración Bush y de su fabricación de versiones propias de la Ley de Seguridad Interna, la clase política de Bulgaria está ahora decidida a suprimir y silenciar la disidencia, denigrando a los anarquistas como una amenaza a la «seguridad nacional». El ejemplo más evidente de la nueva ola represiva contra la expresión alternativa en este país es el encarcelamiento de Elitsa, una anarquista de 20 años a mediados de julio, en la ciudad de Dobrich, al nordeste de Bulgaria. Elitsa fue acusada de «crímenes contra la República de Bulgaria».

Su «delito» : elaborar y difundir comunicados en su ciudad en los pasados dos meses propugnando por una mayor libertad, igualdad y autonomía del pueblo y por vender ejemplares del periódico anarquista búlgaro «Svoboden Misl» ( Pensamiento Libre). Esta revista, una de las pocas publicaciones antiautoritarias de Bulgaria, es un periódico legal publicado en Sofía por la Federación de Anarquistas de Bulgaria y distribuido por todo el país. La sección del código criminal búlgaro por la cual fue acusada habla de extender «la ideología fascista y el terrorismo». El calvario de Elitsa : una mañana de julio, a las 5:00, la policía asalta su casa, confiscando libros, el disco duro de su ordenador y otras «pruebas» y llevándosela para unas seis horas de interrogatorio, sin presencia de abogado. Elitsa puede ser condenada hasta a tres años de prisión por su «crimen» de defender la necesidad de libertad y de otro futuro para Bulgaria. Su correo electrónico también ha estado bajo vigilancia por parte de la Agencia de Seguridad del Estado, que intenta obtener pistas sobre sus «contactos» en Bulgaria y en el extranjero, siendo alterada su correspondencia sin su conocimiento. El teléfono de Eli también parece estar intervenido por la Agencia de Seguridad del Estado, pero ella no ha conseguido averiguar qué otro tipo de «material» será usado en su contra en los tribunales en esta maniobra evidente de intimidación y amordazamiento de la disidencia. Eli, ahora, está aparentemente «en libertad» bajo su propia responsabilidad, pero cualquier «literatura» que se «atreva» a distribuir debe ser aprobada antes por un inspector de policía. El centro «Na Tumma» de Dobrich, que tiene varias copias del periódico «Svoboden Misl» a la venta está igualmente bajo vigilancia y sometido a registros diarios por parte de la policía. La prisión y hostigamiento de Eli surge en un momento en el que varios municipios búlgaros compiten por atraer tres bases militares norteamericanas, que son la recompensa del Pentágono, a pesar del rechazo, por parte de millones de búlgaros, de la presencia búlgara en Iraq (470 hombres), por el asesinato de dos búlgaros y la constante tendencia pro-OTAN del discurso oficial. Entretanto, se manifiesta el descontento popular en una situación dramática, en la que millones de personas viven con dos dólares o menos al día. La importante minoría gitana, que es la segunda de Europa del Este, fue condenada a la miseria más absoluta, transformada en una vasta sub-clase discriminada y con los mayores índices de desempleo de toda Europa. Más del 13% de la población búlgara ha tenido que emigrar en busca de la supervivencia desde la llegada de «la libertad» en noviembre de 1989. A principios de abril de este año hubo otro incidente y vigilancia sobre los anarquistas por parte de la policía por expresar su opinión públicamente en la aldea de Kochan, al Sureste de Bulgaria. Puede señalarse una constelación de actos represivos desde un exteremo a otro del país. Bulgaria es una pequeña pieza de la máquina de control concebida por el Partido de la Guerra a orillas del Potomac , eso que alguien denominó como «la Máquina de Desequilibrio Planetario». El pueblo de Bulgaria tiene derecho a la autonomía. Su economía no debe ser vasalla de la OTAN ni una colonia de la UE, con una pequeña «élite» neoliberal mendigando favores de Bruselas, de la Casa Blanca y del Pentágono. Las encuestas muestran que la gran mayoría de los búlgaros quiere la salida de las tropas búlgaras de Iraq y no quiere bases militares de EEUU que sean puestos avanzados de la Guerra de Washington, con el pretxto del Terror, contra la Humanidad. El país, bajo el mando del FMI y el Banco Mundial, se convierte en una casa de pobres gastando millones en fuerzas armadas. La libertad de pensamiento y de expresión deben ser protegidas, la represión denunciada, condenada y derrotada. Las declaraciones de solidaridad con Eli, con sus compañer@s antiautoritari@s y con el pueblo búlgaro pueden ser enviadas en inglés a http://bulgaria.indymedia.org , donde estos casos son expuestos y comentados.

Dadle al texto la mayor difusión posible, compañer@s, es una situación que debemos dar a conocer por todos los medios a nuestro alcance.

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Par : rr.ii