VALLES DE TLAXCALA, México—En estos valles volcánicos en el centro de México, en las praderas canadienses, en las llanuras del norte de India, granjeros cultivan y recogen la espiga dorada que nos ha alimentado desde los días iniciales de la agricultura. Pero junto con el trigo, en estos días llega una cosecha de preocupaciones.

VALLES DE TLAXCALA, México—En estos valles volcánicos en el centro de México, en las praderas canadienses, en las llanuras del norte de India, granjeros cultivan y recogen la espiga dorada que nos ha alimentado desde los días iniciales de la agricultura. Pero junto con el trigo, en estos días llega una cosecha de preocupaciones.

Por CHARLES J. HANLEY

Los rendimientos no están aumentando en cantidad suficiente para un mundo cada vez más hambriento. Las cosechas se atrofian a medida que el calentamiento global eleva las temperaturas. Un hongo devastador se está diseminando desde ??frica, en una grave amenaza a la planta alimenticia que cubre más superficie que cualquier otra en el planeta.

En Chicago, Londres y otros centros financieros, el mercado de trigo está tan enturbiado por las malas noticias y la especulación, que el alza de precios muy pronto pudiera dejar el pan fuera del alcance de millones de pobres en el mundo.

Mientras trabajaba en sus campos a dos kilómetros de altura aquí, donde las espigas maduras se mecían al viento, José Emilio Taboada expresó sus preocupaciones sobre cambios climáticos y combustibles y fertilizantes «muy, muy caros».

«A mí me gusta cosechar trigo, me gusta mucho. Es algo muy hermoso», dijo este agricultor hijo de agricultores. «Pero para que nuestros hijos estén interesados en cultivar trigo, tiene que ser rentable».

En sus 770 hectáreas en Manitoba, Canadá, «probablemente tuve 50% menos de trigo este año de lo que solía tener», dijo. «El trigo no tiene la productividad de otras cosechas».

Al otro lado del mundo, en las planicies del Punyab, el productor indio Ramanjit Singh Mansaia no tenía muchas opciones cuando se preparaba para las siembras de noviembre. El mercadeo del gobierno favorece ampliamente el trigo, para el naan, el chapati y otros panes tradicionales en la dieta del país.

Mansaia no está feliz. «El calentamiento global está aumentando», dijo por teléfono celular desde su aldea, Safipur Kalan.

«Yo solía tener una cosecha muy abundante, buena. Ahora estoy consiguiendo muy poco rendimiento», 20% menos de grano, dijo, pues el trigo madura demasiado pronto en altas temperaturas.

El futuro del trigo—en cierta forma el futuro de los alimentos—fue el tema de una reunión de emergencia de funcionarios de agricultura que volaron a Roma desde todo el mundo a finales de septiembre, preocupados por los crecientes precios.

Desde julio, cuando el mercado vio una ola de calor récord devastar las cosechas en Rusia, el precio del trigo se ha disparado 50%. El maíz y otros granos le han seguido el paso.

Entonces, Mozambique fue sacudido por disturbios por el alza del precio del pan, y el 2010 comenzó a parecerse al 2008, cuando un alza aún mayor en los precios desató violencia en diversas partes del mundo.

Después de su sesión del 24 de septiembre, el Grupo Intergubernamental de Granos, patrocinado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dijo que debe examinarse el papel de los especuladores en los mercados de granos. Pero especialistas dijeron que no prevén una repetición de la crisis del 2008 en el futuro inmediato.

Ese mismo día, sin embargo, la FAO advirtió que grandes importadores, como Egipto, la mitad de cuyos 80 millones de habitantes dependen ya de pan subsidiado por el gobierno, estarían fuertemente afectados por miles de millones de dólares extra en sus costos de importación.

«Probablemente veremos largos períodos de precios altos, algo a lo que deberemos acostumbrarnos», dijo el economista de la FAO Abdolreza Abbassian, secretario del grupo del grano, en declaraciones a The Associated Press.

¿Regresarán los precios del trigo a los niveles de 2005 o años anteriores ? «No», respondió. «Hemos descartado esa posibilidad».

Desde el 2005, el índice de precios de cereales de la FAO ha aumentado al doble. Mientras tanto, el numero de desnutridos crónicos en el mundo ha aumentado, siendo en la actualidad de 925 millones de personas, una séptima parte de la humanidad.

Alimentar la población mundial, que llegará a 9.000 millones de personas para el 2050, necesitará un incremento de 70% de la producción global de alimentos en 40 años, dice la FAO. Pero el trigo, la mayor fuente de proteína en países pobres, está rezagándose : Mientras la población mundial crece 1,55% anualmente, el crecimiento en rendimientos del trigo ha bajado a menos de 1%.

En vista de los precios ascendentes, pobres rendimientos, plagas y cambios climáticos, no se puede contar con el trigo para llenar el estómago de la humanidad como lo ha hecho durante milenios. Y países como India y Egipto no suelen contar con sustitutos accesibles.

«La humanidad enfrenta enormes retos para su seguridad alimentaria», concluyeron los principales expertos mundiales en trigo en un documento que bosqueja la estrategia para producir más grano.

Alternativas como ingeniería genética, para crear variedades de trigo menos vulnerables a plagas y adaptables al calor, siguen encontrando resistencia en todo el mundo.

Añádase a eso la crisis económica global, que amenaza los fondos gubernamentales vitales para estudios agrícolas en busca de soluciones, y el futuro aparece más frágil.

«Con la crisis financiera, las personas y países se están volviendo más egoístas y miopes», dijo Matthew Reynolds, un fisiólogo estadounidense del Centro Internacional para la Mejora del Maíz y el Trigo, con sede en México.

«Y las consecuencias están en el futuro, cuando escasearán los alimentos».

http://www.elpasotimes.com/spanish/ci_16542166