El delegado del Frente Polisario en España, Brahim Gali, ha asegurado que la dimisión de James Baker como enviado de la ONU en el Sáhara Occidental demuestra "la falta de contundencia y la debilidad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para imponer sus resoluciones relativas al conflicto, especialmente la 1495 de julio de 2003".
Añadió además que su renuncia es, en su opinión, "una forma explícita de protestar en contra de la postura intransigente de Marruecos" y apuntó que "esa postura intransigente de burlarse de la comunidad internacional y de pisotear la resoluciones del Consejo de Seguridad" son los elementos que le han empujado a presentar su dimisión.
El delegado del Frente Polisario en España, Brahim Gali, ha asegurado que la dimisión de James Baker como enviado de la ONU en el Sáhara Occidental demuestra «la falta de contundencia y la debilidad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para imponer sus resoluciones relativas al conflicto, especialmente la 1495 de julio de 2003».
Añadió además que su renuncia es, en su opinión, «una forma explícita de protestar en contra de la postura intransigente de Marruecos» y apuntó que «esa postura intransigente de burlarse de la comunidad internacional y de pisotear la resoluciones del Consejo de Seguridad» son los elementos que le han empujado a presentar su dimisión.
Por otro lado, aseguró que el Sáhara Occidental se enfrenta «a una nueva situación que no favorece en nada la paz y la estabilidad en la subregión» e incidió en que «Marruecos asume todas las consecuencias que puedan derivarse de esta nueva situación». Sin embargo, mostró su esperanza de que la ONU y su consejo de seguridad asuman «la plena responsabilidad de que hay un verdadero riesgo de desestabilización de la región».
Responsabilidad del Gobierno español
Asimismo, pidió al Gobierno español que «asuma su plena responsabilidad en defender los derechos legítimos del pueblo saharaui, su autodeterminación», así como que juegue «el papel que le corresponde en este conflicto incidiendo en algunos y presionando a otros para arrastrarlos a su postura de legalidad internacional».
Gali, se reafirmó en que «no existe, no es viable ni es aceptable ninguna solución sin que se contemple el derecho del pueblo saharaui a un referéndum sobre la autodeterminación, en un ejercicio libre, democrático y trasparente auspiciado y organizado por las Naciones Unidas».
Por otra parte, destacó «la integridad personal» de James Baker durante estos siete años así como «los esfuerzos que ha desplegado para intentar llegar a una solución justa y definitiva para el conflicto sobre la base de la legalidad internacional y del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación».
Por último, insistió en resaltar su «dignidad personal para mantener esa firmeza en el apoyo a la legalidad internacional» y le describió como «un señor de mucha capacidad intelectual e integro por completo». Subrayó además que «ha podido, en un momento determinado, hacer avanzar un proceso que estaba obstruido por las posturas intransigentes de Marruecos y que ha conseguido sentar a las partes en las mesas de negociación».