Artículo de opinión de Rafael Cid.

Veámoslo desde otro ángulo. VOX es una excrecencia democrática. Sus propuestas son vomitivas. Pero es un tigre de papel desde el punto de vista de la capacidad política. Como fueron en su día Fuerza Nueva y más acá democracia Nacional y todas las varias Falanges que han venido concursando electoralmente sin tocar bola. Lo que no quiere decir que la percepción que tenga la opinión pública del partido ultranacionalista no sea inquietante. A más más cuando en el orbe europeo e internacional otros de su misma o parecida calaña se las prometen muy felices.

Veámoslo desde otro ángulo. VOX es una excrecencia democrática. Sus propuestas son vomitivas. Pero es un tigre de papel desde el punto de vista de la capacidad política. Como fueron en su día Fuerza Nueva y más acá democracia Nacional y todas las varias Falanges que han venido concursando electoralmente sin tocar bola. Lo que no quiere decir que la percepción que tenga la opinión pública del partido ultranacionalista no sea inquietante. A más más cuando en el orbe europeo e internacional otros de su misma o parecida calaña se las prometen muy felices.

Ahora bien, España es diferente. Y en el contexto doméstico, la irrupción de la gente de Abascal, con toda su parafernalia y arreos del ancién régimen, puede ser lo mejor que le podía pasar a Pedro Sánchez para positivar el atolladero en el que se había metido con una moción de censura sobrevenida.

Ahí van algunas razones de esta sinrazón:

-Permite jubilar del latifundio andaluz a Susana Díaz, la rival que obtuvo más avales para las primarias que votos en las urnas de Ferraz.

-Relega a Pablo Casado al tendido neofranquista por aceptar parte del ideario de VOX para gobernar de Despeñaperros abajo. Aunque sea un menor cuantía respecto al acuerdo para los presupuestos 2019 solemnemente firmado entre Sánchez e Iglesias en el Palacio de La Monlcoa.

-Utiliza la marimorena mediática -¡que vienes los fachas!- para solapar la campaña hostil sobre sus presuntas cesiones a los independentistas.

-Logra que los catalanes irredentos den el visto bueno a los presupuestos por aquello de que más vale pájaro en mano.

-Recentraliza su mensaje ante los poderes fácticos que le acusaban de complicidad con los políticos soberanistas y al mismo tiempo se erige en referente por la izquierda frente a la ofensiva xenófoba.

-Le roba el relato alternativo a un Unidos-Podemos en caída libre por la doble deflagración de Izquierda Unida y sus Confluencias.

-Tapa la boca a la oposición interna españolista –ergo los Lamban y García Page- que ya afilaban las dagas para el sacrificio ritual en la familia socialista.

-Justifica que las grandes reformas pendientes (laboral, ley mordaza, impuestos, etc.) se aplacen sine die. Aunque sea a costa de hacerle la publicidad gratis a VOX en el último pueblo de España.

-Le posiciona como destacado cara al mariachi electoral de este 2019

-Y deja el espacio político abonado, si los comicios fueran favorables, para tender puentes con Ciudadanos, renovando la primera propuesta de investidura que frustró el “no es no” de Iglesias.

Un frente popular en el país de las maravillas mucho más eficaz que la operación nostalgia de sacar la momia de Franco del Valle de los Caídos. Aquello de no hay bien que por mal no venga y viceversa. Porque para retener poder siempre se necesita un enemigo homologado a quien escarnecer

…Si no hay contagio de los chalecos amarillos y el botón del pánico del ex comisario Villarejo enmudece.

Rafael Cid

 


Fuente: Rafael Cid