Una descarada agresión esta realizando el gobierno de Bush contra los pueblos de Cuba y Venezuela. El asesino de Bagdad intenta derrocar los gobiernos populares de Fidel y Chávez, no soporta el imperio que dos pequeños países de América Latina no se sometan a sus dictados, en realidad, en América del Sur ; soplan vientos de dignidad y eso es lo que el emperador quiere aplastar.

Una descarada agresión esta realizando el gobierno de Bush contra los pueblos de Cuba y Venezuela. El asesino de Bagdad intenta derrocar los gobiernos populares de Fidel y Chávez, no soporta el imperio que dos pequeños países de América Latina no se sometan a sus dictados, en realidad, en América del Sur ; soplan vientos de dignidad y eso es lo que el emperador quiere aplastar.

Porque no es el sistema socialista que gobierna en Cuba lo que molesta al señor Bush ; no es la revolución bolivariana de Chávez lo que no lo deja dormir, es la dignidad que enarbolan como bandera los habitantes de estos países lo que atormenta al gobernante norteamericano y a su grupo de asesores.

Deberíamos declarar la dignidad como el derecho fundamental de los pueblos, mucho mas importante que todas las otras libertades, el derecho a no querer ser esclavos, el derecho a querer vivir sin agachar la cabeza, sin postrar las rodillas, sin tener amo, el derecho a construir su propio futuro, el derecho a vivir y a morir libres, es decir, el derecho a la rebelión ; el derecho a no venderse por una ayuda económica ; a soñar con multiplicar panes y peces, a querer construir otro mundo mejor.

Hoy el planeta se resiste y lucha contra este gobernante oprobioso, desde Palestina, Irak, España, hasta Africa, se combate contra el intento de la Casa Blanca de imponer una dictadura mundial ; y en América Latina, los pueblos se levantan. Aires de resistencia y libertad soplan en Cuba, en Brasil, en Venezuela, en Argentina, en Ecuador .

Brutales medidas económicas, políticas y militares está tomando el gobierno de Bush contra los pueblos de Cuba y Venezuela, mueve el gobernante norteamericano todos sus recursos para derrocar a los gobiernos de estos pueblos hermanos. Para agredir al gobierno de Venezuela se apoya en el gobierno de Colombia, en la ultraderecha colombiana y en sus bandas de paramilitares, genocidas, narcotraficantes declarados y violadores de los derechos humanos. Para agredir al pueblo de Cuba, cuenta con el apoyo de algunas organizaciones sociales que a cambio de un presupuesto ; de un plato de lenteja, participan y colaboran con el imperio en esta miserable campaña.

Cuba no es solo el país que ha logrado erradicar el analfabetismo ; que tiene el más bajo índice de mortalidad infantil en América Latina ; que ha curado más niños de Chernobil que todos los países de Europa juntos, que tiene más médicos, profesores, técnicos enseñando, curando y ayudando al desarrollo de los países de América y Africa, sino que además, es el único país de América donde no hay un solo torturado, un solo desaparecido ; un solo asesinado. Y el gobierno bolivariano de Chávez, logró quitarle el poder a una clase corrupta, descompuesta, que durante más de doscientos años ; malgastaron ; dilapidaron y usufructuaron en su beneficio la gran riqueza petrolera venezolana.

A todos aquellos que aún crean que los pueblos merecen ser libres ; a todos aquellos que piensen que tenemos derecho a levantarnos contra la esclavitud, a todos aquellos que piensen que es posible enfrentar la carrera guerrerista de Bush y sus halcones, a todos aquellos que crean que no hay pretexto que justifique apoyar la agresión del gobierno norteamericano contra Cuba y Venezuela y contra los demás pueblos de América y del mundo, a todos esos va nuestro llamado de solidaridad y de esperanza para impedir esta descarada agresión.

Crear dos, tres, muchos comités de solidaridad con Cuba y Venezuela es la tarea que se nos impone en estos momentos cruciales. La historia será implacable con todos esos que con el pretexto de la defensa de los « derechos humanos » y la « democracia » están o apoyando la agresión del imperio o guardando un silencio cómplice y criminal. Es el momento de decidir con quien estamos, si con la dignidad de los pueblos o con la política guerrerista del imperio.

Pancho


Par : MIGUEL