Enresa supervisará el desmontaje del reactor y el traslado de la tierra contaminada
El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) llegó a albergar 60 instalaciones de investigación nuclear, por lo que a todos los efectos este organismo es tratado como una central nuclear. Ahora sus responsables se disponen a acabar con lo que queda. Para ello va a ser desmantelado el esqueleto del reactor y a retirar 10 metros cúbicos de tierra contaminada que se encuentran en el complejo de la Ciudad Universitaria (Moncloa). El desmontaje, supervisado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), comenzará en otoño.
Enresa supervisará el desmontaje del reactor y el traslado de la tierra contaminada

El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) llegó a albergar 60 instalaciones de investigación nuclear, por lo que a todos los efectos este organismo es tratado como una central nuclear. Ahora sus responsables se disponen a acabar con lo que queda. Para ello va a ser desmantelado el esqueleto del reactor y a retirar 10 metros cúbicos de tierra contaminada que se encuentran en el complejo de la Ciudad Universitaria (Moncloa). El desmontaje, supervisado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), comenzará en otoño.

El Ciemat sufrió en noviembre de 1970 un grave accidente radiactivo al escaparse vertidos contaminados a los ríos Manzanares, Jarama y Tajo hasta llegar a Portugal.

El desmantelamiento supone el desmontaje de dos instalaciones radiactivas y dos nucleares que aún hay en el complejo del Ciemat. Esos espacios serán usados después para otras investigaciones. En la fase de rehabilitación se pretende descontaminar los lugares afectados por las anteriores actividades -edificios y terrenos-. Estos trabajos serán supervisados por el Consejo de Seguridad Nuclear, que será informado mensualmente a través de inspecciones y auditorías. «Una de las instalaciones radiactivas está en situación de parada segura desde el año 1970. Las otras tres instalaciones -una radiactiva y dos nucleares- se colocaron en situación de parada segura durante la segunda mitad de los ochenta», explica José Luis Díaz, director de seguridad y del Plan Integral de Mejora de las Instalaciones (Pimic).

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos será la encargada de proceder al desmontaje, que comenzará en otoño y estará finalizado en dos años. Los trabajos serán supervisados por el Consejo de Seguridad Nuclear. El plan de desmantelamiento cuenta con un presupuesto de 60 millones. En este proceso que iniciará el Ciemat también será desmantelado el esqueleto del reactor, que desde 1984 permanece inactivo, así como sus instalaciones complementarias. Con el desmantelamiento de los terrenos y del reactor perderá esta consideración. «Cuando esto suceda, seremos una instalación verde, una instalación limpia. Comenzaremos en otoño», ha señalado Juan Antonio Rubio, el director general.

El proyecto de desmantelamiento contempla un estudio de seguridad para preservar la salud de los trabajadores y de los ciudadanos. Los residuos serán enterrados en el cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba).

Los planes para desmantelar las instalaciones nucleares del Ciemat están recogidos en un proyecto conocido como Plan Integral de Mejora de Instalaciones (Pimic), que divide este proceso en dos partes : rehabilitación y desmantelamiento. El plan de desmantelamiento -que comenzó a gestarse en 2000 y acabará en 2008- tiene un presupuesto de 60 millones. La Junta de Andalucía percibirá 30 millones del total como compensación por recibir los residuos en el cementerio de El Cabril (Córdoba).

El Ciemat en esta nueva etapa potenciará su apuesta por nuevas energías. Actualmente están trabajando en programas de biomasa, energía eólica, fotovoltaica, solar y eficiencia energética en la edificación, entre otras cosas. Pero uno de los proyectos por los que más interés muestra el responsable del Ciemat es la utilización del hidrógeno como combustible.

Preocupación de vecinos y ecologistas

El proceso de desmantelamiento del Ciemat es observado con gran preocupación por los vecinos de la zona. Representantes vecinales de la Dehesa de la Villa, junto con Izquierda Unida, el PSOE, el sindicato CGT y los trabajadores del Ciemat, presentaron en julio de 2003 ante el Ministerio de Medio Ambiente unas 2.000 alegaciones al plan de desmantelamiento de las instalaciones nucleares y radiactivas (Pimic) del Ciemat. Solicitaban «garantías de seguridad y estudios eficaces de previsión».

Las instalaciones del Ciemat son aledañas a la Ciudad Puerta de Hierro, la Dehesa de la Villa, San Nicolás, La Paloma, la colonia Saconia, Valdezarza y el barrio del Pilar. «La seguridad está garantizada», concluyen los responsables de Ciemat.

«El agua que se depura en La China y que luego se destina a diversos usos en Madrid pasa todavía por zonas que están contaminadas radiactivamente, por lo que es fundamental proceder a la clausura definitiva de esas partes contaminadas de la depuradora», denuncia Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.

Tras conocer que desde el Ciemat, la antigua Junta de Energía Nuclear (JEN), se han vertido entre 90.000 y 148.000 litros de agua radiactiva de la piscina de refrigeración del antiguo reactor nuclear experimental JEN-1 al alcantarillado municipal, el cual desemboca en la depuradora de La China, perteneciente al Ayuntamiento, Greenpeace ha exigido a las autoridades que se lleve a cabo un análisis radiológico exhaustivo de las instalaciones de dicha depuradora. Según los datos proporcionados a Greenpeace por la Coordinadora de Colectivos Afectados por el Pimic, el nivel de radiactividad de esos vertidos al alcantarillado estaría 9,73 veces por encima de lo permitido. Además, quedan pendientes de verter 50.000 litros.


Fuente: MÁBEL GALAZ/EL PAIS