Ante las indecentes medidas programáticas del Partido Popular en materia de inmigración, el Centro de Defensa y Estudio de los Derechos Humanos (CEDEHU) expresa su total rechazo a las mismas, ya que constituyen un ataque frontal a los derechos humanos fundamentales recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y a los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Políticos, Económicos Sociales y Culturales de 1966, así como a la vigente Constitución del Estado Español.
Las propuestas del PP, hechas públicas en periodo pre-electoral, no buscan solo atacar al actual gobierno tildándolo de blando, sino que básicamente tratan de buscar el voto de los sectores lumperizados, y de clase obrera y pequeñas burguesías, afectadas por la crisis económica y la dominación capitalista.
Para tan miserable finalidad electoralista, no duda el PP en presentar a la Inmigración como un problema, y a las personas inmigrantes como sujetos peligrosos. Este tratamiento conforma un auténtico ritual de expiación, mediante el cual se trata al inmigrante como el chivo expiatorio.
Asociar inmigración con delincuencia, no sólo supone una vejación para la población inmigrante, sino que busca consolidar las políticas autoritarias basadas en la propagación del miedo y el control policial.
Para ello, aunque el PP admite que el Estado Español necesita inmigrantes, se trata de tenerlos sometidos a la condición de mercancía útil, desechable cuando se considere inútil.
Imponer el llamado “Contrato de Integración” supone resucitar el sistema feudal del vasallaje, en nítida concepción de vínculo de dependencia y fidelidad del vasallo al señor, consagrando al inmigrante como nuevo súbdito del Estado Español.
Por otra parte, la visión y tratamiento utilitarista de la inmigración, alcanza cotas despiadadas con el recurso a la expulsión si no se encuentra empleo dentro de un plazo determinado.
Las restricciones a las políticas de reagrupación familiar, actualmente limitativas, supondrían no solo un ataque efectivo a la integración social de la población inmigrante, sino que aparejarían en multitud de casos la imposibilidad de la reagrupación.
En el plano cultural, las medidas del PP conducirían al aniquilamiento de la diversidad cultural mediante una estrategia de asimilación forzada, y de claros tintes neo-nazis, al amparo de un españolismo cutre de charanga y pandereta, sustentado en pretendidas costumbres españolas.
El llamado “Contrato de Integración”, propuesto por el PP encierra una táctica de denigración del colectivo inmigrante insinuando de un modo abierto que no cumplen las leyes españolas, que no pagan impuestos y que no tratan de aprender los idiomas oficiales en diversas comunidades autónomas del Estado Español. Supone por tanto un auténtico insulto vejatorio para la dignidad del ser humano inmigrante.
Especialmente grave resulta, en las propuestas del PP el claro mensaje de islamófobia subyacente en relación con la cuestión del velo en las mujeres de religión islámica.
Sobre todo, cuando el PP es un firme abanderado de la escuela católica, apostólica y romana y un frenético partidario de la enseñanza en las escuelas de la religión católica y de la exhibición de símbolos religiosos propios.
Se articula así una auténtica política de discriminación y desigualdad por motivos religiosos, a la vez se presenta a la persona inmigrante de religión islámica, sea cual fuere su origen nacional, como un factor de riesgo para la convivencia y la integración social.
Se trata de una propuesta tendente a justificar el racismo y la xenofobia institucional y a masacrar la diversidad cultural.
Cuanto se expone, nos lleva a la consideración, desde los principios y valores de la cultura garantista de los Derechos Humanos Universales (Civiles, Políticos, Económicos y Culturales), de que el PP resulta definible como un partido político racista, xenófobo y miserablemente clasista, que hace bandera de la violación del los Derechos Humanos Universales, con tal de conseguir mantener los votos de la extrema derecha, de la derecha de rancio españolismo y de los sectores lumpen y más humildes de la sociedad, víctimas estos del neoliberalismo capitalista imperante.
Pero el PP va más allá :
En efecto, trata dicho partido político de sembrar la división entre inmigrantes de diferentes nacionalidades de origen mediante la propuesta de distinguir entre inmigrantes asimilables y no asimilables. Un tenebroso “visado por puntos”, paradigma de la discriminación por razón de idioma, origen nacional, posición económica, religión y condición de conocimientos y utilidad, se articula por el PP para seleccionar a las personas inmigrantes, en base a sus niveles de utilidad y potencial capacidad de adaptación.
Ciertamente y de modo nada velado, se apunta a la discriminación a favor de la población de origen latinoamericano en detrimento de la africana y asiática.
Desde el CEDEHU consideramos que las propuestas del PP constituyen una violación sistemática : del Artículo 1 de la Declaración Universal de 1948, en tanto que viene a ignorar deliberadamente que todos los seres humanos son iguales en dignidad y derechos ; del Artículo 2.1 que impide la discriminación en derechos y libertades por razón de raza, sexo, idioma y religión, o por razón de origen nacional ó cualquier otra condición ; del Artículo 7 que impone la igualdad ante la ley y la prohibición de toda discriminación y provocación a la discriminación ; del Artículo 12 que prohíbe las injerencias arbitrarias en la vida privada ; del Artículo 18 que establece la libertad de manifestar las creencias religiosas tanto individual como colectivamente, y tanto en público como en privado ; del Artículo 23 que prohíbe las discriminaciones para acceder al trabajo ; del Artículo 25 que impone la igualdad en el acceso a los servicios sociales ; del Artículo 26 que impone el deber de tolerancia, respeto y comprensión entre todos los grupos étnicos y religiosos ; del Artículo 28 que consagra el establecimiento plenamente efectivo de los Derechos y Libertades del ser humano.
Esta propuesta encierra igualmente una violación sistemática de los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales de 1966 (ratificados por el Estado Español), en especial : del Artículo 2 que impone el reconocimiento de derechos sin distinción alguna de raza, idioma, religión, origen o cualquier otra condición ; del Artículo 3 que impone la obligación de garantizar la igualdad en el goce de derechos ; del Artículo 8, que impone la prohibición de someter a las personas a servidumbre ; los Artículos 18 y 19 que impiden molestar a las personas por causa de sus opiniones y creencias ; el Artículo 20-2, que prohíbe la apología y la incitación a la discriminación ; al Artículo 26 que establece la igualdad de trato y protección ante la Ley ; el Artículo 27 que consagra el Derecho de las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas a tener su propia vida cultural y a emplear su propio idioma.
En definitiva, se olvida que el ser humano tiene derecho a su dignidad como tal y al reconocimiento de los derechos recogidos en la Declaración Universal. Estos derechos son de todas las personas, y las instituciones y las legislaciones tienen el deber de reconocerlos, protegerlos y promoverlos.
Ante tales propuestas del PP, el CEDEHU hace un llamamiento a todas las organizaciones sociales comprometidas con la lucha por los derechos y libertades, a expresar su rechazo a las políticas del Partido Popular en materia de inmigración y en especial :
1.- A crear un movimiento unitario de asociaciones de inmigrantes y de organizaciones sociales, para hacer frente a las políticas inhumanas del PP.
2.- A divulgar entre el colectivo inmigrante establecido en el Estado Español, incluido el que ha conseguido la nacionalidad española, -estos últimos van a poder acudir a las urnas el 9 de marzo- el carácter neo-fascista, reaccionario, racista y xenófobo del Partido Popular.
3.- A luchar por los derechos, libertades y garantías jurídicas de las personas inmigrantes, en igualdad de trato con la población autóctona.
Centro de Defensa y Estudio de los Derechos Humanos (CEDEHU)
Febrero de 2008
Fuente: Centro de Defensa y Estudio de los Derechos Humanos (CEDEHU)