Los trastornos en las costumbres migratorias de muchas especies de aves, provocados, según la mayoría de los científicos, por el cambio climático, están produciendo cambios morfológicos y genéticos en algunas de estas especies, como el herrerillo y el carbonero. Los episodios de microevolución, que se han detectado en periodos inferiores a 20 años, se producen al haber comenzado a competir las aves por la comida y el territorio, de modo que los pájaros de mayor tamaño tienden a engordar, y los de menor envergadura pierden peso y volumen.
El herrerillo común (parus caeruleus) y el carbonero (parus major), son dos aves migratorias que en la península ibérica son básicamente sedentarias. Sin embargo, aquellos ejemplares que pasan los meses cálidos en el norte de Europa, donde establecen sus zonas de cría, emprenden una larga migración hacia el África subsahariana, donde tienen sus cuarteles de invierno. El cambio climático está acortando las necesidades de migración de estas especies establecidas en el norte del continente. Así, el carbonero, que se suele reproducir en Escandinavia y en el norte del Reino Unido, se queda más al sur y ocupa áreas de cría del herrerillo, de modo que se produce mayor competición entre ellas por la comida y el territorio.
La competencia está provocando que el herrerillo, de menor tamaño, esté menguando progresivamente generación tras generación, mientras que el carbonero, un pájaro de mayor peso está creciendo a costa de la otra especie, según Jaroslaw Nowalowski, investigador de la Universidad de Gdansk (Polonia), que ha estudiado los cambios en la edad y en el sexo de los grupos migratorios de herrerillos y carboneros en la costa báltica polaca durante 37 años. Nowalowski y su equipo presentaron los resultados de este estudio el pasado 30 de marzo en el primer Congreso Internacional sobre Aves Migratorias y Cambio Climático celebrado en Algeciras (Cádiz)
Según Miguel Ferrer, ex director de la Estación Biológica de Doñana y presidente del congreso, los cambios en la morfología están produciendo microevoluciones de forma «muy rápida, en apenas 20 años». Para explicar los cambios genéticos que experimentan el herrerillo y el carbonero, dos de las especies más estudiadas en ornitología, Ferrer recurre al experimento realizado en las Islas Galápagos (Ecuador) por el célebre biólogo británico Peter Grant y su esposa Rosemary. Estos científicos introdujeron en el hábitat del pinzón de Darwin (Geospiza fortis) una especie competidora procedente de otra de las islas. 22 años después de comenzar el experimento, los esposos Grant constataron que el pinzón de Darwin había experimentado cambios en su pico y en sus mandíbulas para poder llegar a semillas que paliaran la falta de alimento producida por su competidor.
Los cambios en la forma del pico de esta especie son un icono de la biología : fue el hecho de que los pinzones de las Galápagos tuvieran una morfología distinta en cada una de las islas del archipiélago lo que reveló a Darwin, durante la travesía del H. M. S. Beagle, que las especies no eran estables.
Nowalowski ha estudiado 60.000 carboneros y 52.000 herrerillos entre 1967 y 2003. «En ambas especies hemos descubierto que cada década aumenta la proporción de machos jóvenes que emigran en otoño. Este resultado sorprende porque siempre se ha pensado que la necesidad migratoria de los machos jóvenes es menor que la de las hembras».
Fuente: FERNANDO J. PÉREZ (El País)