El Cabildo de Gran Canaria, a través del Instituto Insular de
Deportes, ha enviado una carta a la víctima mortal del accidente
laboral ocurrido en la Ciudad Deportiva Gran Canaria en la que
niegan una relación directa de las deficiencias eléctricas con
el siniestro.
La misiva, enviada a los abonados del antiguo Martín Freire,
dice en su penúltimo párrafo : «las investigaciones efectuadas
hasta el momento revelan que la causa del accidente laboral del
pasado lunes no está directamente relacionada con deficiencias
en la infraestructura eléctrica de la instalación».
En la carta el Cabildo se distancia de los dos operarios accidentados,
Luis Álamo y Juan Carlos Santana, y aclara que pertenecen «a
la empresa Eulen, contratados para el mantenimiento». Tras garantizar
en el escrito «la recuperación de las cantidades abonadas»,
el Instituto Insular de Deportes explica que la instalación «eléctrica
ya se encontraba en fase de actualización».
Estas afirmaciones contradicen las conclusiones iniciales del
informe elaborado por la Consejería de Industria y Energía del
Gobierno de Canarias, pasa por alto el hecho de que la víctima
mortal llevaba trece años prestando servicios en la Ciudad Deportiva
y aumenta las contradicciones entre las inminentes reformas que
anuncian y los informes existentes de deficiencias que el propio
consejero de Deportes, José Miguel Álamo, asegura desconocer.
ACUSACIÓN PARTICULAR. Estas y otras circunstancias de momento
desconocidas han sido suficientes para que la familia del fallecido
decida personarse como acusación particular en las diligencias
previas abiertas para investigar esta muerte.
La abogada Idoia Mendizábal advierte, en representación de la
familia, que lo que están haciendo hasta este momento es solicitar
toda la información posible en torno al caso. «La familia no
ha tomado ninguna decisión todavía», aclara, «pero no descarta
emprender cuantas acciones legales estime oportunas, ya sea por
la vía civil o penal».
Mendizábal se hace eco del enojo de la familia con la Corporación
insular y ve en la carta remitida a nombre del fallecido «una
prueba más de descontrol y desconsideración».
Fuente: Feunte : Patricio Viñayo / La Provincia