El Arzobispado de Málaga ha remitido una carta a los profesores de la asignatura de religión de esta diócesis, en la que les recuerda que la Iglesia no es rica y que, por lo tanto, es necesario que todos los católicos colaboren en el sostenimiento de esta institución. Inmediatamente, se pasa a exigir a estos profesores el dos por ciento de sus ingresos netos.
La petición se contiene en una carta que ha dirigido a estos docentes
El Arzobispado de Málaga ha remitido una carta a los profesores de la asignatura de religión de esta diócesis, en la que les recuerda que la Iglesia no es rica y que, por lo tanto, es necesario que todos los católicos colaboren en el sostenimiento de esta institución. Inmediatamente, se pasa a exigir a estos profesores el dos por ciento de sus ingresos netos.
La carta del Arzobispado recuerda, de manera sutil, que los profesores de religión tienen un compromiso pastoral, y de forma más directa se les pide una «cuota fija, domiciliada, de la cantidad que estimes razonable». Se añade que el dos por ciento es lo que «nosotros consideramos lo justo.
Desde la Federación de Profesores de Religión se critica la coacción que supone esta carta para un colectivo que cada curso debe esperar a que el obispo de su diócesis cuente o no con ese docente, hipotencado así su futuro laboral y personal.
Se da la circunstancia de que monseñor Antonio Dorado, arzobispo de Málaga, es también presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza.
Fuente: LFONSO OJEA / CADENA SER