…y en Líbano, al igual que en Gaza, como en Cisjordania, como en todo el Oriente Próximo, el verano es el infierno…

…y en Líbano, al igual que en Gaza, como en Cisjordania, como en todo el Oriente Próximo, el verano es el infierno…

Para el eje EE.UU – Israel, con la complacencia de la Unión Europea, hace mucho tiempo que su estrategia es diáfana y nítida : cambiar las reglas de juego en la zona de Oriente Medio.

El poder del imperialismo estadounidense y del estado terrorista israelí, el poder del capitalismo globalizado, ha hecho de esta zona el objeto de deseo más despreciable : colonizar vidas, culturas, tierras y recursos, de millones de personas, con el fin de doblegar sus resistencias y terminar con sus “autonomías políticas”.

Si en los años 80 comenzó en la zona un proceso de apertura democrática, la guerra del Golfo en 1991 rompe esta lógica y determina el desmantelamiento de las relaciones comerciales y de capital humano que Iraq había logrado instaurar en el mundo árabe. La economía de Jordania se quiebra, se le hace dependiente del comercio israelí y se anula el desarrollo económico de Iraq, instaurando un embargo genocida que dura hasta la invasión y colonización del 2003.

El resto de gobiernos árabes de la región se ven amenazados con la quiebra de sus economías, se agranda su margen de dependencia del bloque estadounidense israelí y por toda respuesta, los gobiernos del área (Arabia Saudí, Emiratos Arabes, Jordania, etc.), enduren sus políticas con la represión de sus pueblos, terminando de esta forma con los mínimos democráticos existentes.

Las opciones sobre el escenario actual son varias a condición de que en cualquiera de ellas, el “Nuevo Orden estadounidense” sea impuesto con su modelo de capitalismo global con dos líderes claros : EE.UU e Israel.

Ningún gobierno árabe, tanto los estados satélites como los “supuestamente independiente”, como tampoco la Unión Europea, es capaz de enfrentarse a la lógica de la “Pax Americana”, y ésta es muy clara : … si fuera necesario bombardear y arrasar la zona (la OTAN por ejemplo)… hágase…” …”Porque considero que Israel es una parte esencial del mundo occidental y porque considero que mí interés, mi democracia, mi libertad y mi integridad pasa en estos momentos por la existencia de Israel” (José María Aznar – El de la foto de las Azores).

Las consecuencias de estas políticas son dramáticas : destrucción de más de dos tercios de los recursos energéticos (incluido el envenenamiento de la tierra) e infraestructuras de los territorios ocupados de Palestina ; desplazamientos de cientos de miles de palestinos de sus territorios ; condiciones infrahumanas y en constante vigilancia y control ; asesinatos selectivos en cualquier parte del área de influencia de lo que el eje EE.UU -Israel considera fundamental para “su seguridad” ; la vuelta a la edad media (medida en términos de desarrollo económico y político) de toda la nación iraquí ; cientos de miles de victimas asesinadas por esa “Pax americana”, por esa democracia occidental, por esa libertad e integridad del capital armado y genocida ; estados títeres sin capacidad de ninguna reacción como Jordania, Arabia Saudí, Kuwait, etc., etc., que niegan cualquier democracia, aunque sea formal.

Nuestro gobierno PSOE -más allá de las buenas intenciones que tiene la política de gestos- (damos por obvio la posición criminal e imperialista del PP), al igual que toda la Unión Europea, no están cuestionando la lógica política que mueve la guerra : el modelo económico político.

La UE sigue manteniendo relaciones comerciales y económicas preferenciales con Israel. Ningún Gobierno de la UE, rompe relaciones con el Estado terrorista de Israel y varios de sus miembros (con puesto permanente en el Consejo de Seguridad de NN.UU), son incapaces de ir más allá de declaraciones de “buenas intenciones”, cuando les asiste todo el derecho internacional para expulsar a Israel del concierto de NN.UU o aplicar embargos o utilizar la fuerza militar para hacer cumplir la legalidad internacional. La complicidad es un término muy suave para definir la postura de la UE. Ambos ejes, UE y EE.UU, tienen intereses geoestratégicos comunes y políticas coincidentes.

La lógica donde se mueven -nos movemos-, los millones de personas que nos declaramos a favor de la “paz” y las varias decenas de miles que salimos a la calle, es tremendamente contradictoria : desde el antibelicismo de los gestos (posición “ética PSOE”), desde quienes no pueden soportar horrores visionados en las horas televisivas de más audiencia, pasando por la “dirección política de la social democracia” del No a la guerra, hasta muchas gentes consecuentes que deciden denunciar la democracia representativa y formal, construyendo verdadera democracia, contrapoder, recuperando la ruptura con una realidad lineal de buenos y malos.

Lo que no está cuestionado es la lógica política que mueve la guerra, el modelo económico-político. Sólo entendiendo que enfrentándose a la precariedad laboral y social en esta parte del mundo, a la exclusión social y a la sobre explotación de los migrantes, a la siniestralidad laboral, a determinados comportamientos de nuestras vidas (aceptación de la lógica de la competitividad, racionalizando las empresas con EREs, prejubilaciones, pactos sociales, etc.), a las tolerancias cómplices con el poder, con el machismo, a los modelos de producción que colonizan otros continentes, al sexismo, al racismo, etc., es como nos posicionamos en una lógica política consecuente, radical y con alguna posibilidad transformadora de que otro mundo sea posible y romper con las causas que llevan a la guerra.

Nosotros aquí en este mundo accidentalizado, en esta democracia formal y sin más derechos que nuestras tarjetas de crédito y nuestras vidas hipotecadas económica y moralmente, sufrimos el infierno… de calor, pero parece que es debido al aumento de las temperaturas…

Tenemos que trascender a las buenas -o malas- conciencias, pues de quedarnos ahí, nos movemos solamente en el terreno de la moral, ni tan siquiera de la ética, pues ésta se mueve en la política y la que hay, la que existe, es la que debe ser, como decía el Marqués de Sade… “que mi menor capricho, predomine sobre el máximo sufrimiento del mayor número”. Las declaraciones de Aznar, de Condoleezza Rice y Busch, el Presidente de Israel, etc. dicen exactamente esto.

Salud, que falta nos hace.


Fuente: Desiderio Martín - Militante de CGT