El asbesto, llamado comúnmente amianto, pertenece al grupo de minerales metamórficos fibrosos. Estas fibras de amianto son de tamaño microscópico, desplazándose por el aire e ingresando al pulmón con cada inspiración que se haga en un ambiente contaminado. Esta inhalación produce dos tipos de cáncer: asbestosis, cáncer del pulmón, y mesotelioma. Además, estas enfermedades tienen un largo «tiempo de latencia», ya que la enfermedad puede aparecer después de superar los 30 años.
En
el año 1999, la Unión Europea prohibió uso de cualquier tipo de
amianto a partir del 1/1/2005 para aquellos países que todavía no
lo prohibieron y en el año 2006 inició una campaña contra el
amianto bajo el expresivo lema: «¡El amianto
es mortal!».
En
el año 1999, la Unión Europea prohibió uso de cualquier tipo de
amianto a partir del 1/1/2005 para aquellos países que todavía no
lo prohibieron y en el año 2006 inició una campaña contra el
amianto bajo el expresivo lema: «¡El amianto
es mortal!». La propia Comisión Europea
habla de una Epidemia de 500.000 muertes en
los próximos años, una cantidad 10 veces superior a la de
accidentes de trabajo.
Para
que nos hagamos una idea de lo que estamos hablando, en el 2000 en
los Estados Unidos fallecieron 1.493 personas por asbestosis, frente
a las 77 de 1968, y en el Reino Unido fue la principal causa de
muerte por enfermedad profesional. En España, al alcanzar su nivel
de uso más alto en la década de los setenta tras el despegue
industrial, hasta que por OM 07/12/2001 se prohíbe totalmente su
utilización, esta enfermedad aumentará hasta el medio millar al
año, a partir de 2015.
Sensibilizados
por esta dramática situación, los Gobiernos francés y alemán
destinan, cada uno, más de mil millones de euros por año a la
indemnización de enfermedades derivadas del amianto. Mientras que en
España ni siquiera se reconoce como enfermedad profesional, que el
caso de RENFE son muchos trabajadores los que han estado expuestos al
amianto, ya que se utilizaba como material de aislamiento de
materiales, instalaciones y vehículos ferroviarios.
Ante
esta situación CGT exige a RENFE y ADIF y a las
Administraciones la adopción de medidas de
reparación o indemnización a l@s compañer@s afectad@s:
La
flexibilización de los criterios de reconocimiento de enfermedad
profesional a l@s trabajador@s expuest@s, así como a toda aquella
persona afectada que haya trabajado ocasional o indirectamente con
el amianto.La
promulgación de una norma que posibilite la jubilación anticipada
que incluya un Reglamento que determine los coeficientes reductores.
Habilitar
un fondo de indemnizaciones para compensar a l@s trabajador@s por
las enfermedades profesionales contraídas, atendiendo las
recomendaciones de la Unión Europea en las que se invita a cada
Estado a introducir en sus disposiciones legislativas,
reglamentaciones o administrativas, el derecho de indemnización por
causa de enfermedad profesional.Incluir
dentro del listado de enfermedades profesionales todas las derivadas
de la exposición al amianto.
Además,
hemos iniciado una recogida de firmas entre tod@s l@s ferroviari@s
para instar al Ministerio de Trabajo a que elabore un Real Decreto
para la reducción de la edad de acceso a la jubilación de l@s
trabajador@s que en algún momento hayan estado expuestos al amianto,
como consecuencia de la realización de trabajos de naturaleza
excepcionalmente penosa, toxica, peligrosa e insalubre.
Todo
ello en desarrollo de lo establecido en el articulo 161 bis 1 del
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado
por el Real decreto Legislativo 1/1994, 20 de junio y en atención a
la evidencia de los estudios llevados a cabo donde se desprende los
altos índices de penosidad, morbilidad y mortalidad que, por
desgracia, ha causado, causa y seguirá causando el amianto.
APOYA
CON TU FIRMA A L@S COMPAÑER@S AFECTAD@S
APOYA
A CGT EN LA LUCHA CONTRA EL AMIANTO
Fuente: SFF CGT