La federación sindical internacional del transporte (ITF), que reúne a 4,5 millones de trabajadores en 700 sindicatos de 150 países, anuncia una movilización mundial para oponerse al tratado que negocian 50 gobiernos y ha revelado Wikileaks.

La filtración del acuerdo internacional más antidemocrático del mundo ha empezado a movilizar a millones de personas sólo horas después de difundirse.

La filtración del acuerdo internacional más antidemocrático del mundo ha empezado a movilizar a millones de personas sólo horas después de difundirse. Tras la revelación por Wikileaks de 17 documentos secretos de la negociación secreta de medio centenar de gobiernos para crear el –también secreto– Acuerdo de Comercio en Servicios (TiSA, según sus siglas en inglés), la poderosa Federación de Trabajadores del Transporte (ITF), que reúne a 750 sindicatos en 150 países, ha anunciado la movilización inmediata de sus 4,5 millones de afiliados para impedir lo que ha calificado «pacto internacional para robar a los obreros y enriquecer a los gigantes del transporte global».

En un comunicado emitido poco después de la filtración –exclusiva mundial en la que participa Público, socio de Wikileaks para España, junto a otros nueve medios de comunicación de otros tantos países– el presidente de la ITF, Paddy Crumlin, denuncia: «Estos textos [del TiSA] pondrían el turbo a las más poderosas compañías de la industria del transporte, dándoles tratamiento preferencial. Lo que se echa en falta en esta ecuación es cualquier valoración de los trabajadores y los ciudadanos. Crearía importantes barreras a cualquier Estado que quisiera invertir en su infraestructura nacional, así como gestionarla y dirigirla, y –aun más crucial– impediría la defensa del trabajo digno y de condiciones laborales decentes en todo el transporte internacional».

«La ITF cooperará con las otras organizaciones sindicales, con la sociedad civil y con otros aliados, para hacer frente a los efectos nocivos del TiSA»

La Federación Internacional del Transporte manifiesta también su grave preocupación por la intención de esos cincuenta gobiernos –capitaneados por EEUU, la Comisión Europea, Canadá, Australia y hasta paraísos fiscales como Suiza– de liberalizar hasta extremos peligrosos para los usuarios y empleados, los sectores del transporte marítimo y aéreo, así como la industria de correos y mensajería internacional.
«La ITF está colaborando con sus organizaciones hermanas en el movimiento sindical global, y cooperará con la sociedad civil y otros aliados, para hacer frente a los efectos nocivos del TiSA», subrayó Crumlin.
En su comunicado, la Federación Internacional detalla una docena de objetivos del TiSA que serán perjudiciales para los trabajadores y reforzarán la posición y los beneficios de las grandes multinacionales del transporte:
• Reforzar el poder de negociación de las grandes navieras ante los servicios portuarios locales, y consolidar aún más el poderío de los operadores portuarios globales.
• Liberalizar los servicios de combustible en alta mar, con riesgos para el medio ambiente y la sostenibilidad.
• Permitir acceso y derechos ilimitados de los operadores de transporte multiplataformas a los servicios de transporte fluviales, viarios y ferroviarios, utilizando infraestructuras generalmente públicas.
• Socavar los estándares sociales y de seguridad de la OIT, al no reconocer esos estándares mínimos.
• Crear una industria de aviación dominada por gigantes globales y permitir las banderas de conveniencia como una práctica establecida en el mercado de la aviación.
• Transformar de golpe el sistema de aviación civil en un sistema plenamente liberalizado y multilateral, imposible de gestionar para muchos países.
• Hacer que las peores condiciones laborales en los aeropuertos se repliquen en los sectores de reparación y mantenimiento de aviones.
• Eliminar las regulaciones económicas de la Organización Internacional de Aviación Civil y dejar el transporte aéreo internacional a merced de las fuerzas de los mercados y de los intereses de los inversores y accionistas.
• Aumentar los riesgos potenciales de seguridad del transporte aéreo, al separar las regulaciones económicas de las de seguridad.
• Proteger la posición de las mayores compañías privadas de fletes y mensajería internacional, frente a los operadores regionales y los servicios nacionales de correos.
• Destruir las relaciones entre el Estado, Correos y los sindicatos.
• Socavar los sindicatos que defienden a los trabajadores del sector y protegen sus derechos laborales y económicos.

http://www.publico.es/internacional/wikileaks/acuerdo-secreto-tisa-robar-obreros.html


Fuente: publico.es