Ecologistas en Acción, Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui (PAPPS), Thawra y Western Sahara Resource Watch (WSRS) consideran que la aprobación del Parlamento Europeo (PE) para ampliar el acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos es un mal resultado para la pequeña producción agraria, tanto la europea y la española como la marroquí y la saharaui.
principalmente europeas.
principalmente europeas. Asimismo, estas organizaciones consideran
incoherente que el PE apruebe un acuerdo comercial con Marruecos en el
que no se excluyan explícitamente los Territorios Ocupados del Sáhara
Occidental (en los que hay numerosas plantaciones de tomates dedicadas a
la exportación) cuando no hace ni dos meses, por esta misma razón, el
PE rehusó renovar el acuerdo pesquero.
nuevo acuerdo agrícola con Marruecos que permitirá continuar la entrada
en el mercado comunitario de un listado de productos agrícolas
marroquíes, y también algunos -como los tomates- que se producen de
manera contraria al Derecho Internacional en los Territorios Ocupados
(militarmente) del Sáhara Occidental.
Para las organizaciones firmantes, el Parlamento Europeo actúa de
manera totalmente contradictoria, teniendo en cuenta que hace solo dos
meses votó en contra de la renovación del acuerdo pesquero por no
excluir las aguas pertenecientes al Sáhara Occidental. Un requisito que
el acuerdo agrícola aprobado vuelve a ignorar y que implica reconocer a
Marruecos como interlocutor de unos recursos que según varias
resoluciones de la ONU no le pertenecen, y que si controla de facto es
por el uso de las armas durante 35 años.
Para Ecologistas en Acción, Plataforma de Apoyo Político al Pueblo
Saharaui, Thawra y Western Sahara Resource Watch este voto favorable
demuestra así que lo que rige la política comercial de la UE no es ni el
respeto a los Derechos Humanos, al Derecho Internacional o a la
sostenibilidad ambiental, sino exclusivamente los intereses particulares
de los grandes agentes económicos, en este caso el sector
agroindustrial.
Las organizaciones firmantes expresan además que este acuerdo solo
favorece al sector agrícola menos sostenible ambientalmente y menos
redistributivo económicamente: las grandes corporaciones agrícolas. Lo
que significa que la UE sigue apostando por un modelo agrícola basado en
las grandes producciones y todo lo que ello supone: continuar con el
abandono progresivo de las áreas rurales, dificultar aún más el
desarrollo de modelos agrícolas de proximidad y con pocos requerimientos
de capital, incrementar los impactos ambientales ligados a la
producción agrícola (uso masivo de pesticidas, fertilizantes,
transgénicos, etc.), incrementar el consumo de energía (y emisiones
asociadas) para el transporte de las mercancías, incrementar el consumo
de agua, etc. Una serie de impactos en los que se profundizará, y que
además de afectar aún más a las pequeñas producciones agrícolas que
todavía subsisten en España y Europa, tendrá repercusiones similares en
los pequeños agricultores marroquíes y saharauis.
Ecologistas en Acción – http://www.ecologistasenaccion.org/article22454.html
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Fuente: Ecologistas en Acción