Convocamos una concentración el día 5 de Junio a las 10h en la Ciudad de la Justicia del Hospitalet.
¡Ni 7, ni 1, ni medio, ni nadie!
En el clot y en todas partes ... Absolución huelguistas.
El próximo 5 de junio se celebrará el primer juicio a raíz de los hechos sucedidos durante la huelga general del 29 de marzo del 2012. Ese día hubo más de 50 detenciones, las cuales continuaron hasta septiembre y ya se suman más de cien en toda Cataluña. De momento, las peticiones fiscales son altas y tanto la Generalitat como el Ayuntamiento están tomando partido presentándose como acusación particular. A tres vecinos del Clot les piden 7 años de prisión; la acusación: volcar contenedores.
El próximo 5 de junio se celebrará el primer juicio a raíz de los hechos sucedidos durante la huelga general del 29 de marzo del 2012. Ese día hubo más de 50 detenciones, las cuales continuaron hasta septiembre y ya se suman más de cien en toda Cataluña. De momento, las peticiones fiscales son altas y tanto la Generalitat como el Ayuntamiento están tomando partido presentándose como acusación particular. A tres vecinos del Clot les piden 7 años de prisión; la acusación: volcar contenedores. Lo que en sus palabras han traducido en desórdenes públicos, daños y delito contra la seguridad vial.
El pasado 29 de marzo fuimos muchas las que salimos a las calles de nuestros barrios y pueblos. Lo hicimos decididas a enfrentarnos a una reforma laboral que precariza aún más las condiciones laborales y al acoso continuo para la privatización de nuestras vidas, así como para hacer frente a las personas que son responsables de estos procesos. Saliendo todas juntas demostramos que no aceptamos que nos hagan culpables de eso que llaman crisis, un paso más para reformular y reformar el capitalismo. Hasta ahora hemos estado pagando los platos rotos de aquellos que nos miran desde arriba y sólo ven cifras. Sólo hasta ahora …
En el Clot, como en otros barrios de Barcelona, a primera hora de la mañana, tres personas fueron detenidas. El juez decidió dejar en libertad con cargos a dos de ellas y para la tercera, ordenó prisión preventiva jugando con una supuesta alarma social. Fue una de las seis personas que pasaron entre tres y cinco semanas en la cárcel. Con la misma frivolidad con que las habían aprisionado las liberaron a la espera de juicio. En el caso de cuatro de ellas, hicieron tangible lo que pretendían hacer con todas: el juez les prohibió asistir a manifestaciones y reuniones reivindicativas en la calle como medidas cautelares.
El golpe represivo a raíz de esta huelga general significó un goteo de detenciones, incluyendo registros domiciliarios, para recordarnos que pretenden controlar cualquier intención de alzar la voz. Aparte de los heridos por la actuación policial, entre los que hubo muy graves como la pérdida de visión de un ojo que sufrió un chico (que se repitió en la huelga del 14 de noviembre con Ester Quintana). Afortunadamente, el Departamento de Interior no tuvo mucho éxito con su iniciativa para incentivar la delación ciudadana en una web con fotografías, que meses después tuvo que retirarse porque su legalidad quedó en entredicho. No nos debe sorprender que se salten su propia legalidad. Pero el hecho de que conozcamos sus prácticas no significa ni que las naturaliza ni que las aceptemos.
La represión es el mecanismo que utilizan para instalar el miedo y la desilusión en nuestras vidas. Es el intento de aislarnos y paralizarnos de nuestra actividad política, que llevamos a cabo de manera cotidiana y con determinación. Vale todo, se ríen en nuestra cara empleando métodos legales e ilegales con total impunidad y cobertura política y mediática. Es decir, utilizan el sistema legal que da cobertura a los poderosos, elaboran ficheros ilegales policiales que usan para controlar nuestras actividades, se producen agresiones policiales sistemáticas dentro de la comisaría o en la misma calle, etc. El simple hecho de salir a la calle puede convertirse en prisión: es un hecho y está pasando. Además, la doble vara de medir es tan descarada que nos encontramos con la situación que a nosotros nos pueden enviar a prisión 7 años por el simple hecho de mover 4 contenedores, sea verdad o no. De manera opuesta, al otro lado encontramos una larga lista de gente de buen linaje con total libertad para hacer y deshacer como quieren sin que les pase absolutamente nada, y con una justicia hecha a medida. Se saltan sus propias leyes y aquí no pasa nada.
Nosotros lo tenemos claro, nos encontramos ante la criminalización de la gente que no puede defenderse o pagar, la criminalización de la pobreza y de las personas que optan por el cuestionamiento del actual modelo de organización de la sociedad: el capitalismo.
Su estrategia para continuar engañándonos es simple: se trata de crear bandos enfrentados entre oprimidos, criminalizar para separar entre buenos y malos, violentas y pacíficas, inocentes y culpables. Pretenden desviar la atención para ocultar sus grandes y evidentes estafas y hacernos creer que no somos capaces de decidir por nosotros mismos e, incluso, hacernos asumir que nada de lo que podamos hacer servirá; utilizar las mil y una maneras de reprimirnos para abocarnos a la desilusión.
Lo que no saben es que, oponiéndose a todas estas formas represivas, nosotros seguimos tejiendo lazos más y más estrechos y, aunque nos queda mucho por aprender, de ahí surgirán resistencias cada vez más fuertes. El 29 de marzo no nos tocaron aisladamente y ahora no responderemos aisladamente: Porque queremos hacer de la solidaridad nuestra arma. Porque hemos decidido dejar de estar solos y vencer el miedo juntos. Porque encontrarnos ya es una manera de vencer.
La libertad de todas las imputadas es la nuestra.
La lucha, de todas.
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Fuente: Solidaritat 29 M